miércoles, julio 10, 2013

La Hora Azul. Un Cabaret de Alejandro Tantanian


(…) El tiburón no mata por hambre ni para defender su cría. Mata.

Pero el tiburón lleva los dientes en la cara: es más inocente.
(B. Brecht)1

No es la primera vez que el dramaturgo Alejandro Tantanian incursiona en la historia política argentina; un texto como Muñequita o Juremos con gloria morir es, podemos afirmar, una de sus obras paradigmáticas en busca de un sentido, de una comprensión de nuestras batallas y nuestras miserias. Esta vez además utiliza una estructura provocadora desde el género: el café berlinés, para transformarlo en un café concert criollo que expone no sólo las turbias historias de sus integrantes sino también la relación con un contexto inmediato: el papa Francisco, Macri, la presidenta, el innombrable riojano, se suceden en un discurso que no se priva de construir personajes que van desde la ingenuidad a la desfachatez, del lenguaje poético y dulce de algunas canciones, a la gestualidad escatológica y la lengua procaz. La mención a Mackie Cuchillo, nos introduce en la poética brechtiana y en sus procedimientos: música, humor, sensualidad, ruptura de la cuarta pared; actores que entran y salen de sus personajes con naturalidad y una interpelación al espectador que lo obligue luego del divertimento a pensar en el compromiso común con lo sucedido, en la responsabilidad de todos en la construcción de un mundo donde la muerte sin sentido es el sentido último. La irreverencia de la puesta busca quitar la máscara de aquellos que ofenden nuestra inteligencia con sus discursos y hacerles por lo menos desde el lugar del arte, mostrar los dientes que ocultan cada vez menos, porque cada vez les crecen más. Actores y actrices que además cantan para crear el clima que desde su voz y con la exhibición de sus cuerpos, nos retrotraigan a una escena propia del cabaret, aquel lugar que se atrevía desde el humor escatológico, y desde la parodia decir unas cuantas verdades atragantadas en las gargantas de todos, y algunas ignoradas; como en este caso la cualidad de terrorista de derecha del periodista ‘militante’, Mariano Grondona2, un periodista que deja sin escrúpulos dejar crecer sus colmillos.3. Mención que sirve para contextualizar en el día a día la puesta y homenajear desde la parodia en su día al periodismo ‘comprometido’, como contracara de la otra figura representativa de la revolución jacobina, el primer cuerpo desaparecido de nuestra historia, el otro Mariano, el director de La Gaceta de Buenos Aires, Moreno. El grupo de actores /cantantes /bailarines tienen una doble puesta en abismo frente a un espectador que ve el trabajo en el escenario del cabaret y por otro lado ve, el revés de la trama cuando es testigo de las relaciones que los involucran. Es decir, el cuerpo del actor es a la vez el cuerpo del personaje que a la vez va a encarar un personaje en escena; una secuencia que no en todos se logra con fluidez. Nada falta en este cabaret criollo, desde la calidez de compartir una copa de vino mientras alguna corista provoca al público masculino, hasta su maestro de ceremonia que le imprime un dinamismo especial. Ernesto Donegana fue el alma de este proyecto teatral independiente, en cooperativa, y logra darle al espectáculo el frenesí de la noche porteña: bailarinas, prostitutas, un secretario que parece estar paralizado por su temor al maestro y sin embargo puede cantar y muy bien, un músico de apariencia andrógina, además de tener a Tantanian detrás de la barra con brevísimos comentarios. En un vestuario impecable - puntillas, plumas y algo de brillo- la sensualidad del color negro se apodera de la noche, el desplazamiento de los personajes femeninos por todo el espacio de la sala / salón no solo hace que modifiquemos nuestra pasiva ubicación sino que además nos involucra como parte del espectáculo y como partícipes de la temática, quizá con un gran deseo compartidos por todos para que la Argentina no se convierta en un gran cabaret azul y blanco. Si este género teatral / musical tiene como una doble condición: por un lado, muchos son los que disfrutan del humor ácido que se plantea desde el espacio lúdico y, por otro, a otros pocos tendría que realmente incomodarlos. La Hora Azul… cumple su objetivo y el público disfruta del evento, ojalá logré molestar a aquellos que en el pasado reciente y en la actualidad han naturalizado ridiculizar nuestra identidad nacional.









La Hora Azul. Un Cabaret. Dramaturgia: Alejandro Tantanian. Con (por orden alfabético): Valeria Antón, Marcela Arza, Ernesto Tuqui Donegana, Flora Ferrari, Merlina Molina Castaño, Marienn Perseo, Pablo Vanella. Barman: Matías Pablo Castelli. Camarera: Julieta Zoccola. Músico: Leonel Caligiuri. Coreografía: Merlina Molina Castaño & Valeria Antón. Música original: Leonel Caligiuri. Diseño de arte, espacio escénico y vestuario: Zoe Di Rienzo. Iluminación: David Seiras. Producción ejecutiva: Ernesto Donegana - Gisel Robles. D. G. estudiopapier. Prensa: Silvina Pizarro & Carolina Reznik. Asistencia de dirección: Gisel Robles. Dirección: Ernesto Donegana. La Casona Iluminada.



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https://www.facebook.com/lacasonailu










1 "Die Moritat von Mackie Messer" ("La copla de Mackie el Navaja") es una canción compuesta en 1928. La letra es de Bertolt Brecht, y la música, de Kurt Weill El año siguiente, 1929, la incorporaron a «La ópera de los tres centavos» ("Die Dreigroschenoper”), obra de teatro de Brecht con música de Weill. "Moritat" es una palabra alemana que significa literalmente "hecho de muerte". Como forma poética y musical, la moritat es un tipo de canción medieval que trata sobre alguna matanza real o ficticia, cumplida o frustrada, sea narrando los hechos del verdugo o el escape de quien iba a ser víctima; puede que al final se refiera la captura del verdugo y su destino último. La letra de la canción dice así:

Y el tiburón tiene dientes
Y los lleva en su rostro
Y Macheath tiene un cuchillo
Pero el cuchillo no se le ve.

Un bello y azul domingo
Yace un hombre en la Strand
Y un tipo dobla la esquina
A quien llaman Mackie Navaja

Y Schmul Meier sigue desaparecido
Como algún ricachón más
Y su dinero lo tiene Mackie Messer
Al que nada pueden endosarle.

Jenny Towler fue encontrada
Con un cuchillo en el pecho
Y ahí va Mack el Navaja por el muelle
Que nada sabe de todo esto.

Y el gran incendio en el Soho
Siete niños y un viejo
En el mogollón estuvo Mackie Messer
Al que nadie pregunta y nada sabe

Y la viuda menor de edad
Cuyo nombre todos saben
Se despertó y fue violada
Mackie, ¿Cuál fue tu precio?

Y algunos están a oscuras
Y otros a plena luz
Pero solo se ve a los que les da la luz
A los que están en la oscuridad no.

Traducción, Maite Jiménez



2 En su libro El Doctor, Martín Sivak describe en una biografía no autorizada, la vida de Grondona luego de investigar profundamente cartas, documentación, testimonios. El libro cuenta la vida de Grondona que es al mismo tiempo un relato de la relación entre periodismo y poder desde el golpe del 55 hasta la presidencia de Kirchner. Así surge un Grondona dirigente estudiantil y comando civil, seminarista, funcionario, profesor de militares. También un hombre de familia y el descendiente de inmigrantes y sobre todo sus roles en la última dictadura militar: asesor de la Fuerza Aérea, prensa de Martinez de Hoz, analista de la embajada de EE.UU, representante de la Patria Financiera. Su compleja relación con Bernardo Neustadt, su cátedra, su trayectoria a veces progresista y otras veces amarillo.



3 Léase para dar crédito a esta afirmación  su editorial en defensa de los militares presos por lesa humanidad en La Nación 16/10/11.











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