Un escenario a pura música con una orquesta en vivo que da marco y sonido a
la espectacularidad del humor que los integrantes de la puesta llevan adelante
con una calidad poco común. Dinámica y entusiasta, de energía contagiosa, la
noche brilla en el espacio Siranush, donde los espectadores en sus mesas, a la
manera del café – concert disfrutan otros de los sentidos que el espectáculo
ofrecido ayuda a excitar: el gusto. Las canciones se suceden entre los sketches
que apelan a temas que van desde el mundo del espectáculo hasta la comidilla de
lo político. Nada es azaroso, aunque parezca que estamos ante el mundo de la
improvisación, cuando bajando a la platea se interpela al público. Todo como en
la comedia americana es medido, estudiado, y seguramente ensayado hasta el
último milímetro para que luego luzca fresco y desprejuiciado, como el juego
con las posibles torpezas. Los tres integrantes del grupo: Diego Reinhold,
Ivanna Rossi y Sebastián Codega, mantienen un ritmo que va desde la voz a la coreografía, acompañados de un también
estudiado vestuario que se luce por su brillo. Un fondo de pantalla que simula
una radio, que simula una cinta de noticiero de la década del ’50, que apoya
logísticamente lo que se realiza en vivo, junto a los paneles que proyectan
figuras que ilustran las canciones. El music – hall brilla en el escenario, y
la figura de sus participantes desde la voz y los juegos corporales nos
introducen en la magia de un mundo que se construye a medida que se van
degranando las canciones, y que Reinhold1
interpreta los monólogos que rozan lo
político desde el juego verbal. Su larga experiencia, a pesar de su juventud,
se palpa en escena por la pregnancia y la ductilidad con que maneja los
espacios, tanto arriba como abajo del escenario; sus compañeros poseen también
el mismo registro de captación del espectador a partir de un manejo del cuerpo
en situ, trabajando con la asimetría y la falsa idea de la pérdida del
equilibrio. El original programa de mano nos adelanta que participaremos de una
audición de radio en el que se irán entrecruzando esos distintos elementos de
otros géneros. El estribillo pegadizo entrelaza el espectáculo - bulebu,
bulebu, bulebu,… - mientras el espacio escénico se expande hacia el público
con alegría, diversión por el profesionalismo de todos aquellos que hicieron
posible esta fiesta. Con momentos realmente desopilantes, como la presentación
del panorama internacional a través de un trabalenguas de nombres propios de
nuestra política – presente y pasada- como la coreografía sobre el particular sonido
de la alarma de algún auto. Nada falta en esta audición, ni el comercial ni la
nota ni el “estamos en el aire”, con algunas intervenciones de mapping[2] que
le otorgan al espectáculo una magia especial. Más allá de algún cartel que nos
sugiere “aplausos”, “risas, “ovación”,… Bulebu in concert en una
perfecta máquina de relojería donde cada engranaje brilla con luz propia y como
espectador nos llevaremos de recuerdo numerosas imágenes visuales y auditivas
que superaron nuestra expectativa.
Bulebu in concert de Diego Reinhold, Ivanna Rossi, Sebastián Codega. Músicos: Mariano Gianni (piano), Milton Alonso (bajo), Mariano Saénz Tejeira (batería), Leonardo Paganini (saxo tenor), Pablo Puntoriero (saxo alto y clarinete), Juan Suárez Zimnik (trompeta), Nathan Lane (trombón). Colaborador creativo de producción y stage manager: Alejandro Zucchi. Idea y producción integral: Diego Reinhold. Diseño de arte y escenografía: Alejandro Goldstein. Arreglos vocales y jingles: Gaby Goldman. Dirección Musical: Nicolás Sorin. Proyecciones y mapping: Lautaro Azcuy. Colaboración creativa: Diego Betancor, Sebastián Codega, Ivanna Rossi. Jefe técnico: Ariel Pérez. Realización de vestuario: Héctor Ferreira. Pelucas de látex: Roloween. Peinados: Daniel Vega. Realización de escenografía: Carlos Junco. Diseño de sonido: Mariano Luna. Fotografía: Alejandra Viviana Aranda. Diseño gráfico: Estudio Paica. Prensa: Duche&Zárate. Sala Siranush.
1Es actor y
humorista. Se especializó en comedia musical y se entrenó en acrobacia,
danza jazz y contemporánea. Se formó como bailarín en el taller de danza del
Teatro San Martín, estudió actuación y música. En teatro se formó con Hugo
Midón, Norman Briski, Agustín Alezzo y Fernando Piernas. Bailó en Gipsy,
Broadway II y fue coreógrafo
en Muñecotes, entre otros. También, participó en los
musicales: Boquitas pintadas, Kuarahy
(de la compañía de Julio Bocca), Mina, che cosa sei, La fiaca, El Pasajero, entre otros. Ofició de anfitrión en Cómico Stand up 1, 2, 3 y encarnó a Peter Pan en la
puesta del mismo nombre. Stravanganza, Deslumbrante e Incomparable,
también, lo tuvieron en sus elencos. A lo largo de su trayectoria, en cine, lo
vimos en La entrega, La suerte está
echada, El día que me
amen y, junto a Natalia Oreiro, en Miss
Tacuarembó. Hizo varios programas de televisión como: La niñera, Sin código, Botineras,
Sos
mi vida y Los exitosos
Pells, entre muchos otros. En 2010 se destacó por sus
desopilantes musicales y monólogos en el programa Nico Trasnochado
junto a Nicolás Repetto. También, condujo junto a Luis Rubio Demoliendo
teles, un ciclo dedicado a resaltar los momentos más destacados de
la televisión, en donde realizó impactantes musicales con figuras famosas. En
2013, es co-equiper de Mariana Fabbiani en El artista del año.
[2] En Arte, "Mapping",
es una técnica que consiste en crear imágenes o videos que se proyectan sobre
objetos tridimensionales, construcciones arquitectónicas, obras de ingeniería,
y casi cualquier superficie, convirtiéndola en una pantalla de vídeo dinámica,
con un acompañamiento sonoro (música o sonidos).
http://es.wikipedia.org/wiki/Mapeado_normal