martes, septiembre 13, 2011

Stimmung de Tomás Raskin



Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, será para enseñar a la gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya
(Eugene Ionesco)1

Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo, ese viaje hacia la nada que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada la belleza.
(La belleza, Luis Eduardo Aute)2

En un espacio delimitado por cuatro sillas, hacia proscenio y una lámina de acrílico transparente hacia el fondo, donde la artista plástica Guillermina Van Der Kooy, - que es visible a través de ese vidrio simulado, ventana o espejo -, pinta a medida que se suceden las acciones; dos actrices: Jimena López y Guillermina Schwerdtfeger, componen dos personajes atemporales, sin nombre y comunicándose, entre sí y con el espectador, en una posición invertida del cuerpo sobre la silla. Las acciones comienzan, y la imagen de esos cuerpos flexibles mirándonos con los ojos en el lugar donde la mirada busca la boca, resulta reveladora e inquietante. Esta forma de organizar los diferentes sistemas significantes propone un modo de representación que hace que en ella prime la indeterminación. Así, la obra no constituye una construcción lineal y sucesiva, sino que es el espectador quien dota de sentido a cada escena, la reconstruye y la ubica en un determinado orden en función de criterios puramente subjetivos. Cada espectador hace su propio camino a través de los diferentes surcos de sentido que el texto espectáculo le ofrece. Pero cada desplazamiento no es inocuo, sino que es la vivencia de un cuerpo en relación con el otro y con el mundo. O quizá mejor dicho, son cuerpos que se ubican como en un “entre dos”, en un intento de construir una corporalidad distinta, cuerpo que “se convierte en un espacio – que deviene en imagen- construido por encima de su realidad anatómica” (Guido, 2006: 35). Nada en el relato tendrá el eje conocido, el espacio pierde su equilibrio, y esa es la razón de la puesta, la búsqueda de otro, que represente un nuevo paradigma del objeto artístico, de la función del teatro, de la significación que no condice con el significante. La imagen, el sonido sustituyen muchas veces a las palabras y cuando estas aparecen en el hilo del discurso, lo hacen para interrogar e interrogarnos sobre su valor. La incertidumbre en tiempo y espacio conocido coloca a los personajes en un no tiempo marcado por lo invisible, por lo creado desde el lugar del recuerdo o del relato, y se sostiene desde la repetición de gestos y situaciones, que se suceden con ligeras variaciones. En un mundo donde el eje de la tierra parece atravesado por lo azaroso, los personajes se sienten apresados por los límites impuestos por el cuerpo, el tiempo, el lenguaje. Ese límite / frontera es una alegoría clara de la función del arte y sus procedimientos, personaje y artista se funden para dar cuenta de la búsqueda de una ruptura, fuera de los límites habituales, de la experiencia de un arte que rompa con los preceptos desde los preceptos mismos, es decir, aún desde aquella poéticas que fueron la vanguardia. Tomás Raskin es un dramaturgo que reniega de los locus conocidos, que plantea el teatro desde la escritura y la representación construyendo realidades otras, pero en Stimmung – humor en alemán- dobla la apuesta, y ya no nos presenta un relato trabajado desde el absurdo sino que quiere romper con él, atravesándolo desde lo profundo de sus procedimientos.



Guido, Raquel, 2006. “Cuerpo: soporte y productor de múltiples imágenes”, en Elina Matoso (comp.), El cuerpo In-cierto. Arte / Cultura / Sociedad. Buenos Aires: Letra Viva: 33-44.


Stimmung de Tomás Raskin. Elenco: Jimena López, Guillermina Schwerdtfeger. Artista plástica: Guillermina Van Der Kooy. Escenografía: La Carpa Era De Otro. Diseño de vestuario: La Carpa Era De Otro. Realización de vestuario: Sol Ruiz Luparia. Música original: Freddy Valdes. Diseño de luces: Sergio Fuda. Asistente de producción: María Eugenia Sirito. Asistente de dirección: María Eugenia Sirito. Dirección: Tomás Raskin. La Carpa Era de Otro.





1 Frase celebre del dramaturgo y escritor (1909/12-1994), creador y máximo representante junto con Samuel Beckett del teatro del absurdo, citada en el programa de mano.


2 Luis Eduardo Aute Gutierrez (Manila, 13 de septiembre de 1943) es un músico, cantautor, director de cine, pintor y poeta español. Aunque es principalmente conocido como cantautor, también destaca como pintor y como director de cine.






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