miércoles, octubre 30, 2013

El arte como modo de decir ante lo indecible | A 30 años del retorno de la Democracia







Fiesta Apertura Festival Escena 2013 | 3 de noviembre | 12 hs.



























martes, octubre 29, 2013

Arpan, el despertar de Mariano Falcón




La pieza plantea la duplicidad que anida en el ser humano con relación a todo lo que el mundo moderno pone a su alcance: por un lado adhiere absolutamente a  lo que brinda la tecnología, tanto en el terreno de las ciencias como en el de la comunicaciones y por otro, se espanta y discursivamente defiende la preservación del medio ambiente. Duplicidad en el hombre común, hipocresía en los sectores que detentan el poder; en quienes gobiernan el destino de los países y en quienes, en connivencia,  invaden el mercado con  ambiciosos y multimillonarios adelantos científicos y tecnológicos.
La escena comienza mostrando la playa sucia, con  deshechos cibernéticos: monitores, teclados y celulares rotos y además, latas, cartones de todo tipo. Suciedad producida por todo lo que indiscriminadamente llega hasta el mar. En el escenario aparecen niños vestidos como aldeanos que dicen estar esperando al “Guerrero del arco iris”, mientras a foro se proyectan bellísimas imágenes de paisajes de mar, montañas, llanuras y bosques. Luego y con otro tipo de proyecciones apocalípticas una voz en off narra cómo era el mundo y en qué se transformó, en ese espacio aparece, como “arrojado”, ARPAN. A partir de este momento, este joven, que no sabe dónde está ni por qué llegó hasta allí, se encontrará con Añac, “Peregrino de las mil semillas”, quien le presentará a la reina Gaia, madre de la naturaleza y a un conjunto de niños que colaboran con ella, entre esos niños está Begonia que tuvo un crecimiento desmedido y su amigo a quien le crecieron desmediamente también sus bigotes por tantas mutaciones como provocan los excesivos fertilizantes. Y en otros momentos,  tiene que enfrentar a las fuerzas del mal: a cuatro hombres que como autómatas repiten el discurso del poder con el cual pretenden automatizarlo y dominarlo también a él y al gigante, que personifica ese poder, quien a su vez está secundado por una enorme y malvada ballena.  Añac le explica a ARPAN que la ciencia a veces cierra caminos allí donde parece abrirlos, que su nombre significa “Armador de Pandemias” por los desastres causados pero que esperan que eso pueda revertirse. ARPAN se da cuenta que no es casual que al llegar a ese espacio haya encontrado los regalos del camino: una pequeña bolsita con semillas y tal como se lo dice Añac, “mientras haya semillas vivas la verdad brotará siempre”.  Hacia el final, todos los que representan el mal y la destrucción parecen lograr su objetivo: apoderarse de la voluntad de ARPAN, éste lucha desesperadamente mientras sostiene en una mano la bolsita con las semillas y en la otra, la bolsa de las monedas de oro. Triunfa la primera opción y el mundo parece encaminarse hacia una vida mejor.
            La pieza está muy bien estructurada  pero tiene cierta complejidad, las distintas escenas se suceden en forma muy rápida y el texto es semánticamente denso. El ritmo, ágil y sostenido y la historia que se va haciendo “atrapante” logra mantener la atención de los chicos, por momentos nos parece estar participando en un juego de competencia interactivo, a los que están tan acostumbrados los niños.
            Los personajes están muy bien definidos. Destacable la actuación del protagonista, sus desplazamientos, ágiles, acrobáticos y por momentos bufonescos, unidos a la gestualidad, plena de matices que muestra a un personaje temeroso, servil y desafiante según convenga, la transforman en un elemento clave del sostenido ritmo escénico del que hablamos anteriormente.   Algo interesante, que nos retrotrae a Hugo Midón (La familia Fernández, 1999 y Derechos torcidos, 2005), en el elenco participan varios niños. Esos niños son alumnos de la escuela de teatro de Andamio 90. La dirección logra un trabajo coherente que une la experiencia de los actores adultos a este semillero sumamente prometedor. En las actuaciones se acentúan los aspectos teatralistas. En la espacialización se ha buscado el equilibrio en la distribución de los personajes (muchos en algunas escena) pero armónicamente organizados entre escenario y piso. La vestimenta presenta, colores fuertes en los personajes positivos, oscura en las fuerzas del mal. La puesta tiene atmósfera de cuento maravilloso hasta el dificultoso periplo de ARPAN nos ubica en el “había una vez del periplo del héroe”, pero también presenta un lado “dinámicamente oscuro” ante el que la humanidad debe estar muy alerta. Puesta para reflexionar, puesta con “moraleja”.






Arpan, el despertar de Mariano Falcón. Elenco: Mariano Falcón, Nicolás Rieznik Aguiar, Gabriela Julis, Agustina Cipolla, Malena Finamore Catz, Ioshua Fontana Gomez, Mariano Falcón, Ariel Nesterczuk, Guido Passafaro, Mariano Scovenna, y el grupo de niños de los talleres de la escuela. Sala Andamio 90. Director: Francisco Ramírez.






https://www.facebook.com/pages/Andamio-90/360809357279205




 



Historia del Teatro Musical en Buenos Aires | Presentación de los tres volúmenes de Pablo Gorlero


Si bien la convocatoria era para la Presentación de la Historia del Teatro Musical en Buenos Aires[1], el evento se transformó en un extraordinario espectáculo en sí mismo a toda música y con importantes artistas que acudieron a la cita. Al ingresar a la amplia Sala, en el centro del espacio escénico estaba ubicada la gran pantalla como soporte de las numerosas fotografías que son parte de las fuentes de la investigación minuciosa llevada acabo por el autor. El Astral colmado se vistió de fiesta para la ocasión y fue el mejor marco para dicha presentación que se desarrolló como una amena charla de café entre Pablo Gorlero y Omar Calicchio; no faltaron las anécdotas, los comentarios y el mozo, Gustavo Monje, quien sumó humor al espectáculo. Así comenzó con un fragmento de Calle 42 y las “historias sueltas” que conforman los distintos volúmenes (los cuales no están escritos en orden cronológico sino en orden temático) se fueron materializando a lo largo de la noche en un recorrido por la historia de nuestro musical. Comenzando con “Mañana” de Annie; luego, un nuevo género con la valorización del bolero con “Arráncame la Vida” de la obra del mismo nombre y el tango, que en ese momento no tuvo la misma suerte, con “Tango de la muerte” de Lo que me costó el amor de Laura. El siguiente momento tuvo relación con la época posterior a la dictadura cívico – militar, ya que durante el gobierno de facto el teatro musical se había aquietado pero resurgió con nuevo ímpetu,  con temas políticos y sociales, entre ellos el fútbol y el tema elegido fue “Goles son Amores” del musical Once Corazones. También hubo lugar para las obras destinadas a toda la familia y a la trayectoria de Hugo Midón, entre otros, con el tema infantil “Sombrero por sombrero”. A continuación, para recordar cuando el tango fue un éxito dentro del musical “Parece mentira” de Manzi, la vida en Orsay. Después, los “musicales calcados” con “Vestirlos bien” de El Beso de la Mujer Araña, que más allá de su espectacularidad hicieron escuela en nuestra ciudad. El inevitable homenaje a Pepe Cibrián con “Soñar hasta enloquecer” de Drácula, importante hito de la comedia musical, y “Volaré” de El Jorobado de París. También fue homenajeado Manuel González Gil con el elenco de El Loco de Asís y fragmentos de la obra. A continuación, los grandes musicales y sus productores con los espectáculos de Broadway en la calle Corrientes, Los Miserables con “Soñé un Sueño” y Chicago con “Clase” y para recordar a Alejandro Romay “Dulcinea” de El Hombre de la Mancha. Posteriormente, una vertiente más metafórica y expresionista con el elenco de Cuando callan los patos y los “personajes históricos” con “Estoy vivo” de Camila, Nuestra Historia de Amor.  Las sorpresas del off con “Pérdida” de “2012 ¿Y si fueran tus últimos días? y los “musicales de ruptura” con un fragmento de Rent. Los tributos con “Penumbras” y “Así” de “Por Amor a Sandro” y “Si yo fuera como ellas” de Eva, el gran musical argentino. Por último, el momento de los agradecimientos a todos aquellos que hicieron posible esta fiesta y la publicación de la Historia para todos los amantes del teatro musical y, en especial, el reconocimiento al Teatro Astral con “Lambeth Walk” de Yo y mi chica. Aplausos y ovación, desde el escenario por parte de todos los artistas que se hicieron presentes y desde el resto del espacio teatral por parte de los colegas, productores, investigadores, periodistas e invitados especiales, como también el numeroso público que acompaño a Pablo Gorlero, artífice de todo lo ocurrido. Su profuso trabajo de investigación durante años da cuenta de su compromiso y de su amor por el Musical. No hay duda que hay un antes y un después en la historia de nuestro teatro musical y el hito lo marcó Gorlero, entre otras cosas, con esta cualitativa y cuantitativa Historia del Teatro Musical en Buenos Aires.





Presentación y conducción: Omar Calicchio y Pablo Gorlero. Dirección y coordinación: Ana Padilla, Jimena Olivari, Omar Calicchio, Shula Maiselman. Prensa: Tehagolaprensa. Teatro Astral.









Historia del Teatro Musical en Buenos Aires.
 

Tomo I (desde sus comienzos hasta 1979) No es verdad que el musical recién se puso de moda en el siglo XXI. Buenos Aires tuvo su propio musical, de raíz nacional, con problemáticas locales y música autóctona. A través de muchas de esas obras se puede leer la evolución del habitante de este suelo. Primero fueron la zarzuela criolla, el sainete lírico y el varieté hasta que nació una propia comedia musical muy argentina. Ya en los años 60 se afianzó el musical “importado” de Broadway y en los años 70 se volvió contestatario contra las dictaduras. Es el comienzo de esta historia, la de un género que reúne fanáticos y hoy en día se afianza y se instala en Buenos Aires.

Tomo II (desde 1980 hasta 2013) Pablo Gorlero sostiene que la Argentina es un país con tradición de musical. En este segundo tomo de la monumental obra Historia del Teatro Musical en Buenos Aires repasa los momentos más relevantes de la evolución del género en esta ciudad. Para neófitos curiosos o para fanáticos que pretenden rememorar aquellas obras y aquellos artistas que tanto hicieron brillar al género. Es un repaso no sólo por las obras de origen nacional sino también por aquellos musicales extranjeros que se montaron en Buenos Aires. Desfilarán títulos como Calígula, Drácula, Están tocando nuestra canción, El loco de Asís, La mujer del año, Arrráncame la vida, Chicago, Los miserables, Casi normales, Alicia en Frikiland y Cuando callan los patos, entre muchas otras.

Tomo III (Cronología del Teatro musical en Buenos Aires – desde 1980 hasta 2013) Hace 20 años parecía una historia chiquita. Cuando comenté que me estaba dedicando a investigar la historia del teatro musical en la Argentina, muchos me miraban de soslayo o esbozaban una sonrisa incrédula. No sólo fue inmenso el material que encontré sino que creció en forma inesperada. El tomo 2 de Historia del teatro musical en Buenos Aires se me había ido a más de mil páginas. Ese fue el motivo por el cual separamos las cronologías del período 1980-2013 en una suerte de tercer tomo o anexo. Aquí encontrarán cada detalle de las obras más representativas que se estrenaron durante esos años. Hacer un repaso por ellas es rearmar en forma más descriptiva que analítica la historia contada en el tomo anterior. Desde Están tocando nuestra canción hasta Company.








[1] Según la gacetilla de Prensa: Deambula por los medios desde 1985 y es periodista desde 1990. Trabajó en los diarios La Prensa, La Razón, Diario Popular, Extra, El Cronista Comercial y Perfil; y en las revistas Antena, Humor, Teleclic, Semanario, La Mano e Imperio. Actualmente se desempeña como crítico de teatro y es editor en la sección Espectáculos del diario La Nación. Es autor teatral y escribió los libros Tomas, tijeras y cortitos. Historia del catch (Torres Agüero Editor), Historia de la comedia musical en la Argentina. Desde sus comienzos hasta 1979 (Marcelo H. Oliveri Editor) y Teatro musical 1: Broadway (Editorial Emergentes). A su vez, trabajó como asesor artístico e histórico de la comedia musical Revista nacional, producida por Adrián Suar y CIE. Es co-creador de los Premios Hugo al Teatro Musical, junto con Ricky Pashkus. También ambos son gestores del evento anual Premios Hugo en la Calle Corrientes – Musicales al aire libre. Junto a Pashkus, a su vez, creó y dirigió los shows Primera Damas del Musical. Pertenece a APTRA (Asociación de Periodistas de Televisión y Radiofonías Argentinas). Durante dos años consecutivos fue nominado al premio TEA y dos veces al Premio Teatro del Mundo, de la Universidad de Buenos Aires. Ejerce la docencia y permanentemente brinda conferencias, cursos, seminarios y talleres, convocado por distintas entidades y organismos nacionales e internacionales. Durante 2012 condujo el programa ómnibus radial Viernes de show y el programa de entrevistas Secretos en reunión, en La Once Diez (AM 1110, Radio Ciudad). En 2013 continuó en esa emisora conduciendo los ciclos Parece que viene bien, Conectados y Secretos en reunión. Actualmente está en proceso de edición su ficción Diario de un perro sabio.

Un mundo flotante de Mariano Saba


El texto dramático, Un mundo flotante, obtuvo el segundo Premio en el I Concurso “Estampas de la Argentina Actual”, organizado por el Teatro El Popular en su compromiso permanente con nuestro teatro. Esta obra teatral junto a Al servicio de la comunidad son las dos propuestas de Saba en nuestra actual cartela porteña. El dramaturgo también ha presentado hace pocos días su Trilogía Argentina Amateur (1948-1933-1910)[1] en co-autoría con Andrés Binetti, en el Salón de Argentores[2]. Estos eventos dan cuenta de qué manera la particular escritura del autor está atravesada por la búsqueda constante en repensar al teatro en sí mismo y, a la vez, a nuestra sociedad. Pues sus textos, en general, tienen un fuerte perfil social y político aunque pareciera que el acento está puesto sobre los personajes en cada obra. En Un mundo flotante, el contexto de finales de la década de los ‘90 se filtra más allá del discurso verbal de cada personaje. Cada historia de vida es diferente y a cada uno lo acompaña algún espectro de épocas mejores; salvo Yuyito que aún tiene cierta inocencia, por su juventud, y sus motivaciones están relacionadas con el juego de azar. El amplio espacio escénico le otorga algo de fantasmal y de decadencia a la escena, pues los pocos muebles viejos bien distribuidos son la parte visible del hotel. Mientras, por detrás, está el intento de sobrevivir de los pobladores que recurrieron a la idea de la cooperativa después del cierre de la fábrica de cemento, en Pipinas[3]. En el relato se amalgaman ambos niveles, por un lado, el suceso real del pueblo y el esfuerzo por convertirlo en un sitio de atractivo turístico. Por otro, la situación dramática se desarrolla con humor, ironía y suspenso materializando los distintos intereses: de aquellos que remiten a la idea de una sociedad más justa y a la defensa de los puestos de trabajo, y de esos pocos que se benefician de otros muchos. Mario es el ex-sindicalista en lucha permanente por no venderle su alma al diablo (o mejor dicho a las grandes corporaciones), Walter tiene ideales menos sólidos y, por último, está el Extranjero. Paradoja del destino, el foráneo es aceptado como la única posible solución para levantar la hipoteca pero, en realidad, solo ha llegado para comprar lo poco que de sueños les quedaba. Es interesante como Cristian Sabaz construye a su personaje a partir de un cuerpo corroído, más que por los años, por la utopía de una lucha sindical más justa para los últimos obreros de la planta; con un tono ronco y profundo que denota bronca e impotencia, con una cojera quizá para arrastrar sus últimas ilusiones. Es el mundo atravesado por la crisis económica-financiera que asestó un golpe mortal a nuestra sociedad con la destrucción de la industria local, entre otras cosas. El partenaire de Walter ventrílocuo, Pupo travestido (Simón Auad), es el muñeco de su padre y es el único que se permite filosofar sobre la situación real del pueblo. Ésta es la relación estrecha que el coleccionista logra romper (cualquier situación con la realidad es pura casualidad), quien a su modo intenta detener el tiempo recuperando objetos del pasado, mientras especula con las concretas necesidades de los pocos habitantes que aún quedan. Las buenas actuaciones, en general, permiten al hecho teatral adquirir un ritmo interno dinámico que, por momentos, pareciera detenerse ante el ataque de los feroces perros hambrientos. Tensión y suspenso que no se resuelven dejando para el espectador la tarea de encontrar las respuestas posibles sobre ese “afuera” que acecha brutalmente. Si la implantación regional del neoliberalismo comenzó décadas anteriores y las políticas económicas que se establecieron en los ‘90 inevitablemente nos condujeron a la devastadora crisis del 2001, necesitamos de la creación artista y su función social para mantener viva nuestra memoria colectiva, una de las formas para seguir construyendo de cara al futuro.




Un mundo flotante de Mariano Saba. Elenco: Emiliano Mazzeo, Cristian Sabaz, Patricio Belmont,  Ricardo Bustos y Simón Auad. Asistente de dirección: Cecilia Milsztein. Edición musical: Lucas Bustos. Escenografía y vestuario: Jorgelina Herrero Pons. Fotografía: Ariana Caruso. Diseño Gráfico: Celeste Suardíaz. Iluminación técnica: Daniel Aimi. Asistente técnico: Gabriel Cultura. Producción ejecutiva: Anabella Valencia. Producción: Teatro El Popular. Dirección: Cristian Sabaz.

https://www.facebook.com/pages/Teatro-el-Popular/246695985356433






[1]
La Trilogía está compuesta por La patria fría (grotesco ambulante); Al servicio de la comunidad (epopeya isabelina); Después del aire (sainete oral) con prólogos respectivamente de  Luis Cano, Mauricio Kartun y Roberto Perinelli.

[2]  Sociedad General de Autores de la Argentina.

[3]La vieja fábrica que diera vida a la otrora localidad de Pipinas, en el Partido de Punta Indio, cerró sus puertas en el año 2005, iniciando con esto un proceso de éxodo que dejó prácticamente sin habitantes ni posibilidades de progreso al pueblo… Un conocido ocasional en el Hotel Pipinas (emprendimiento cooperativo de vecinos) me posibilitó la entrada al predio….”





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