miércoles, octubre 30, 2013
El arte como modo de decir ante lo indecible | A 30 años del retorno de la Democracia
Publicado por
Tao777
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9:21 a. m.
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martes, octubre 29, 2013
Arpan, el despertar de Mariano Falcón
La pieza plantea la duplicidad que
anida en el ser humano con relación a todo lo que el mundo moderno pone a su
alcance: por un lado adhiere absolutamente a
lo que brinda la tecnología, tanto en el terreno de las ciencias como en
el de la comunicaciones y por otro, se espanta y discursivamente defiende la
preservación del medio ambiente. Duplicidad en el hombre común, hipocresía en
los sectores que detentan el poder; en quienes gobiernan el destino de los
países y en quienes, en connivencia,
invaden el mercado con ambiciosos
y multimillonarios adelantos científicos y tecnológicos.
La escena comienza mostrando la playa
sucia, con deshechos cibernéticos:
monitores, teclados y celulares rotos y además, latas, cartones de todo tipo.
Suciedad producida por todo lo que indiscriminadamente llega hasta el mar. En
el escenario aparecen niños vestidos como aldeanos que dicen estar esperando al
“Guerrero del arco iris”, mientras a foro se proyectan bellísimas imágenes de
paisajes de mar, montañas, llanuras y bosques. Luego y con otro tipo de
proyecciones apocalípticas una voz en off narra cómo era el mundo y en qué se
transformó, en ese espacio aparece, como “arrojado”, ARPAN. A partir de este
momento, este joven, que no sabe dónde está ni por qué llegó hasta allí, se
encontrará con Añac, “Peregrino de las mil semillas”, quien le presentará a la
reina Gaia, madre de la naturaleza y a un conjunto de niños que colaboran con
ella, entre esos niños está Begonia que tuvo un crecimiento desmedido y su
amigo a quien le crecieron desmediamente también sus bigotes por tantas
mutaciones como provocan los excesivos fertilizantes. Y en otros momentos, tiene que enfrentar a las fuerzas del mal: a
cuatro hombres que como autómatas repiten el discurso del poder con el cual
pretenden automatizarlo y dominarlo también a él y al gigante, que personifica
ese poder, quien a su vez está secundado por una enorme y malvada ballena. Añac le explica a ARPAN que la ciencia a
veces cierra caminos allí donde parece abrirlos, que su nombre significa
“Armador de Pandemias” por los desastres causados pero que esperan que eso
pueda revertirse. ARPAN se da cuenta que no es casual que al llegar a ese
espacio haya encontrado los regalos del camino: una pequeña bolsita con
semillas y tal como se lo dice Añac, “mientras haya semillas vivas la verdad
brotará siempre”. Hacia el final, todos
los que representan el mal y la destrucción parecen lograr su objetivo:
apoderarse de la voluntad de ARPAN, éste lucha desesperadamente mientras
sostiene en una mano la bolsita con las semillas y en la otra, la bolsa de las
monedas de oro. Triunfa la primera opción y el mundo parece encaminarse hacia
una vida mejor.
La
pieza está muy bien estructurada pero
tiene cierta complejidad, las distintas escenas se suceden en forma muy rápida
y el texto es semánticamente denso. El ritmo, ágil y sostenido y la historia
que se va haciendo “atrapante” logra mantener la atención de los chicos, por
momentos nos parece estar participando en un juego de competencia interactivo,
a los que están tan acostumbrados los niños.
Los
personajes están muy bien definidos. Destacable la actuación del protagonista,
sus desplazamientos, ágiles, acrobáticos y por momentos bufonescos, unidos a la
gestualidad, plena de matices que muestra a un personaje temeroso, servil y
desafiante según convenga, la transforman en un elemento clave del sostenido
ritmo escénico del que hablamos anteriormente.
Algo interesante, que nos retrotrae a Hugo Midón (La familia Fernández, 1999 y Derechos
torcidos, 2005), en el elenco participan varios niños. Esos niños son
alumnos de la escuela de teatro de Andamio 90. La dirección logra un trabajo
coherente que une la experiencia de los actores adultos a este semillero
sumamente prometedor. En las actuaciones se acentúan los aspectos teatralistas.
En la espacialización se ha buscado el equilibrio en la distribución de los
personajes (muchos en algunas escena) pero armónicamente organizados entre
escenario y piso. La vestimenta presenta, colores fuertes en los personajes
positivos, oscura en las fuerzas del mal. La puesta tiene atmósfera de cuento
maravilloso hasta el dificultoso periplo de ARPAN nos ubica en el “había una
vez del periplo del héroe”, pero también presenta un lado “dinámicamente
oscuro” ante el que la humanidad debe estar muy alerta. Puesta para
reflexionar, puesta con “moraleja”.
Arpan, el despertar de Mariano Falcón. Elenco: Mariano Falcón, Nicolás Rieznik
Aguiar, Gabriela Julis, Agustina Cipolla, Malena Finamore Catz, Ioshua Fontana
Gomez, Mariano Falcón, Ariel Nesterczuk, Guido Passafaro, Mariano Scovenna, y
el grupo de niños de los talleres de la escuela. Sala Andamio 90. Director:
Francisco Ramírez.
https://www.facebook.com/pages/Andamio-90/360809357279205
Historia del Teatro Musical en Buenos Aires | Presentación de los tres volúmenes de Pablo Gorlero
Si bien la convocatoria era para
la Presentación de la Historia del Teatro Musical en Buenos Aires[1], el
evento se transformó en un extraordinario espectáculo en sí mismo a toda música
y con importantes artistas que acudieron a la cita. Al ingresar a la amplia
Sala, en el centro del espacio escénico estaba ubicada la gran pantalla como
soporte de las numerosas fotografías que son parte de las fuentes de la
investigación minuciosa llevada acabo por el autor. El Astral colmado se vistió
de fiesta para la ocasión y fue el mejor marco para dicha presentación que se
desarrolló como una amena charla de café entre Pablo Gorlero y Omar Calicchio; no faltaron las anécdotas, los
comentarios y el mozo, Gustavo Monje, quien sumó humor al espectáculo. Así
comenzó con un fragmento de Calle 42 y las “historias sueltas” que
conforman los distintos volúmenes (los cuales no están escritos en orden
cronológico sino en orden temático) se fueron materializando a lo largo de la
noche en un recorrido por la historia de nuestro musical. Comenzando con
“Mañana” de Annie; luego, un nuevo género con la valorización del bolero
con “Arráncame la Vida” de la obra del mismo nombre y el tango, que en ese
momento no tuvo la misma suerte, con “Tango de la muerte” de Lo que me costó
el amor de Laura. El siguiente momento tuvo relación con la época posterior
a la dictadura cívico – militar, ya que durante el gobierno de facto el teatro
musical se había aquietado pero resurgió
con nuevo ímpetu, con temas políticos y sociales, entre ellos el
fútbol y el tema elegido fue “Goles son Amores” del musical Once Corazones. También
hubo lugar para las obras destinadas a toda la familia y a la trayectoria de
Hugo Midón, entre otros, con el tema infantil “Sombrero por sombrero”. A
continuación, para recordar cuando el tango fue un éxito dentro del musical “Parece
mentira” de Manzi, la vida en Orsay. Después, los “musicales calcados”
con “Vestirlos bien” de El Beso de la Mujer Araña, que más allá
de su espectacularidad hicieron escuela en nuestra ciudad. El inevitable
homenaje a Pepe Cibrián con “Soñar hasta enloquecer” de Drácula,
importante hito de la comedia musical, y “Volaré” de El Jorobado de París.
También fue homenajeado Manuel González Gil con el elenco de El Loco de Asís
y fragmentos de la obra. A continuación, los grandes musicales
y sus productores con los espectáculos de Broadway en la calle Corrientes, Los Miserables con
“Soñé un Sueño” y Chicago con “Clase” y para recordar a Alejandro
Romay “Dulcinea” de El Hombre de la
Mancha. Posteriormente,
una vertiente más metafórica y expresionista con el elenco de Cuando callan
los patos y los “personajes históricos” con “Estoy vivo” de Camila,
Nuestra Historia de Amor. Las
sorpresas del off con “Pérdida” de “2012 ¿Y si fueran tus últimos días?
y los “musicales de ruptura” con un fragmento de Rent. Los tributos con
“Penumbras” y “Así” de “Por Amor a Sandro” y “Si yo fuera como ellas” de
Eva, el gran musical argentino. Por último, el momento de los
agradecimientos a todos aquellos que hicieron posible esta fiesta y la
publicación de la Historia para todos los amantes del teatro musical y, en
especial, el reconocimiento al Teatro Astral con “Lambeth Walk” de Yo y mi
chica. Aplausos y ovación, desde el escenario por parte de todos los
artistas que se hicieron presentes y desde el resto del espacio teatral por
parte de los colegas, productores, investigadores, periodistas
e invitados especiales, como también el numeroso público que acompaño a Pablo
Gorlero, artífice de todo lo ocurrido. Su profuso trabajo de investigación
durante años da cuenta de su compromiso y de su amor por el Musical. No hay
duda que hay un antes y un después en la historia de nuestro teatro musical y
el hito lo marcó Gorlero, entre otras cosas, con esta cualitativa y
cuantitativa Historia del Teatro Musical en Buenos Aires.
Presentación
y conducción: Omar Calicchio y Pablo Gorlero. Dirección y coordinación: Ana
Padilla, Jimena Olivari, Omar Calicchio, Shula Maiselman. Prensa:
Tehagolaprensa. Teatro Astral.
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Historia del Teatro Musical en Buenos Aires.
Tomo I (desde sus comienzos hasta 1979) No es verdad que el musical recién se puso de moda en el siglo XXI. Buenos Aires tuvo su propio musical, de raíz nacional, con problemáticas locales y música autóctona. A través de muchas de esas obras se puede leer la evolución del habitante de este suelo. Primero fueron la zarzuela criolla, el sainete lírico y el varieté hasta que nació una propia comedia musical muy argentina. Ya en los años 60 se afianzó el musical “importado” de Broadway y en los años 70 se volvió contestatario contra las dictaduras. Es el comienzo de esta historia, la de un género que reúne fanáticos y hoy en día se afianza y se instala en Buenos Aires.
Tomo
II (desde 1980 hasta 2013) Pablo Gorlero sostiene que la Argentina es un país
con tradición de musical. En este segundo tomo de la monumental obra Historia
del Teatro Musical en Buenos Aires repasa los momentos más relevantes de la
evolución del género en esta ciudad. Para neófitos curiosos o para fanáticos
que pretenden rememorar aquellas obras y aquellos artistas que tanto hicieron
brillar al género. Es un repaso no sólo por las obras de origen nacional sino
también por aquellos musicales extranjeros que se montaron en Buenos Aires.
Desfilarán títulos como Calígula, Drácula, Están tocando nuestra canción, El
loco de Asís, La mujer del año, Arrráncame la vida, Chicago, Los miserables,
Casi normales, Alicia en Frikiland y Cuando callan los patos, entre
muchas otras.
Tomo
III (Cronología del Teatro musical en Buenos Aires – desde 1980 hasta 2013)
Hace 20 años parecía una historia chiquita. Cuando comenté que me estaba
dedicando a investigar la historia del teatro musical en la Argentina, muchos
me miraban de soslayo o esbozaban una sonrisa incrédula. No sólo fue inmenso el
material que encontré sino que creció en forma inesperada. El tomo 2 de
Historia del teatro musical en Buenos Aires se me había ido a más de mil
páginas. Ese fue el motivo por el cual separamos las cronologías del período
1980-2013 en una suerte de tercer tomo o anexo. Aquí encontrarán cada detalle
de las obras más representativas que se estrenaron durante esos años. Hacer un
repaso por ellas es rearmar en forma más descriptiva que analítica la historia
contada en el tomo anterior. Desde Están tocando nuestra canción hasta Company.
[1]
Según la gacetilla de Prensa: Deambula por los medios desde 1985 y es
periodista desde 1990. Trabajó en los diarios La Prensa, La Razón, Diario
Popular, Extra, El Cronista Comercial y Perfil; y en las revistas Antena,
Humor, Teleclic, Semanario, La Mano e Imperio. Actualmente se desempeña como
crítico de teatro y es editor en la sección Espectáculos del diario La Nación.
Es autor teatral y escribió los libros Tomas, tijeras y cortitos. Historia
del catch (Torres Agüero Editor), Historia de la comedia musical en la
Argentina. Desde sus comienzos hasta 1979 (Marcelo H. Oliveri Editor) y Teatro
musical 1: Broadway (Editorial Emergentes). A su vez, trabajó como asesor
artístico e histórico de la comedia musical Revista nacional, producida
por Adrián Suar y CIE. Es co-creador de los Premios Hugo al Teatro Musical,
junto con Ricky Pashkus. También ambos son gestores del evento anual Premios
Hugo en la Calle Corrientes – Musicales al aire libre. Junto a Pashkus, a su
vez, creó y dirigió los shows Primera Damas del Musical. Pertenece a APTRA
(Asociación de Periodistas de Televisión y Radiofonías Argentinas). Durante dos
años consecutivos fue nominado al premio TEA y dos veces al Premio Teatro del
Mundo, de la Universidad de Buenos Aires. Ejerce la docencia y permanentemente
brinda conferencias, cursos, seminarios y talleres, convocado por distintas
entidades y organismos nacionales e internacionales. Durante 2012 condujo el
programa ómnibus radial Viernes de show y el programa de entrevistas Secretos
en reunión, en La Once Diez (AM 1110, Radio Ciudad). En 2013 continuó en
esa emisora conduciendo los ciclos Parece que viene bien, Conectados y Secretos
en reunión. Actualmente está en proceso de edición su ficción Diario de
un perro sabio.
Un mundo flotante de Mariano Saba
El texto dramático, Un mundo
flotante, obtuvo el segundo Premio en el I Concurso “Estampas de la Argentina Actual”,
organizado por el Teatro El Popular en su compromiso permanente con nuestro
teatro. Esta obra teatral junto a Al servicio de la comunidad son las
dos propuestas de Saba en nuestra actual cartela porteña. El dramaturgo también
ha presentado hace pocos días su Trilogía Argentina Amateur (1948-1933-1910)[1] en
co-autoría con Andrés Binetti, en el Salón de Argentores[2].
Estos eventos dan cuenta de qué manera la particular escritura del autor está
atravesada por la búsqueda constante en repensar al teatro en sí mismo y, a la
vez, a nuestra sociedad. Pues sus textos, en general, tienen un fuerte perfil
social y político aunque pareciera que el acento está puesto sobre los
personajes en cada obra. En Un mundo flotante, el contexto de finales de
la década de los ‘90 se filtra más allá del discurso verbal de cada personaje.
Cada historia de vida es diferente y a cada uno lo acompaña algún espectro de
épocas mejores; salvo Yuyito que aún tiene cierta inocencia, por su juventud, y
sus motivaciones están relacionadas con el juego de azar. El amplio espacio
escénico le otorga algo de fantasmal y de decadencia a la escena, pues los
pocos muebles viejos bien distribuidos son la parte visible del hotel.
Mientras, por detrás, está el intento de sobrevivir de los pobladores que recurrieron
a la idea de la cooperativa después del cierre de la fábrica de cemento, en
Pipinas[3].
En el relato se amalgaman ambos niveles, por un lado, el suceso real del pueblo
y el esfuerzo por convertirlo en un sitio de atractivo turístico. Por otro, la
situación dramática se desarrolla con humor, ironía y suspenso materializando los
distintos intereses: de aquellos que remiten a la idea de una sociedad más
justa y a la defensa de los puestos de trabajo, y de esos pocos que se
benefician de otros muchos. Mario es el ex-sindicalista en lucha permanente por
no venderle su alma al diablo (o mejor dicho a las grandes corporaciones),
Walter tiene ideales menos sólidos y, por último, está el Extranjero. Paradoja
del destino, el foráneo es aceptado como la única posible solución para
levantar la hipoteca pero, en realidad, solo ha llegado para comprar lo poco
que de sueños les quedaba. Es interesante como Cristian Sabaz construye a su
personaje a partir de un cuerpo corroído, más que por los años, por la utopía
de una lucha sindical más justa para los últimos obreros de la planta; con un
tono ronco y profundo que denota bronca e impotencia, con una cojera quizá para
arrastrar sus últimas ilusiones. Es el mundo atravesado por la crisis
económica-financiera que asestó un golpe mortal a nuestra sociedad con la destrucción de la industria local,
entre otras cosas. El partenaire de Walter ventrílocuo, Pupo travestido (Simón
Auad), es el muñeco de su padre y es el único que se permite filosofar sobre la
situación real del pueblo. Ésta es la relación estrecha que el coleccionista
logra romper (cualquier situación con la realidad es pura casualidad), quien a
su modo intenta detener el tiempo recuperando objetos del pasado, mientras
especula con las concretas necesidades de los pocos habitantes que aún quedan. Las
buenas actuaciones, en general, permiten al hecho teatral adquirir un ritmo
interno dinámico que, por momentos, pareciera detenerse ante el ataque de los
feroces perros hambrientos. Tensión y suspenso que no se resuelven dejando para
el espectador la tarea de encontrar las respuestas posibles sobre ese “afuera”
que acecha brutalmente. Si la
implantación regional del neoliberalismo comenzó décadas anteriores y las
políticas económicas que se establecieron en los ‘90 inevitablemente nos condujeron
a la devastadora crisis del 2001, necesitamos de la creación artista y su
función social para mantener viva nuestra memoria colectiva, una de las formas para
seguir construyendo de cara al futuro.
Un mundo flotante de Mariano Saba. Elenco: Emiliano
Mazzeo, Cristian Sabaz, Patricio Belmont, Ricardo Bustos y Simón
Auad. Asistente de dirección: Cecilia Milsztein. Edición
musical: Lucas Bustos. Escenografía y vestuario: Jorgelina
Herrero Pons. Fotografía: Ariana Caruso. Diseño Gráfico: Celeste Suardíaz.
Iluminación técnica: Daniel Aimi. Asistente técnico: Gabriel Cultura.
Producción ejecutiva: Anabella Valencia. Producción: Teatro El
Popular. Dirección: Cristian Sabaz.
https://www.facebook.com/pages/Teatro-el-Popular/246695985356433
[1] La Trilogía está compuesta por La patria fría (grotesco ambulante); Al servicio de la comunidad (epopeya isabelina); Después del aire (sainete oral) con prólogos respectivamente de Luis Cano, Mauricio Kartun y Roberto Perinelli.
[2] Sociedad General de Autores de la Argentina.
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