Un teatro de
cámara, allí el actor o la actriz, ya en rol, espera que los espectadores, voyeaurs
privilegiados del relato, se acomoden e ingresen a ese otro universo construido
desde la palabra y el cuerpo, desde la luz y el sonido. Con idea y dirección de
Silvia Hilario1, sobre textos de Marcelo
Pitrola, que también es la paciente que relata en forma fragmentada el por qué
de su llegada al hospital, inicia desde una cama su relato en discurso de
diario íntimo. La pared del fondo funciona como pantalla que irá señalando los
cuadros, y servirá para ver el interior de esa paciente forzada tras una caída
abrupta; fiel al reflejo de la estructura de la pieza, y a la estructura que
sostiene su cuerpo, el esqueleto, el hormigón natural que la sostiene que es a
la vez la fortaleza de su imagen y de su
fragilidad. Marcelo Pitrola2 escribe
la pieza junto a la actriz, conjugando desde la introspección y el juego
físico, la acción y la palabra. Incertidumbre es lo que siente alguien, todos
cuando dependemos de los demás para saber cómo va a ser nuestra vida luego de
un hecho traumático, el médico se convierte en un gurú, y su palabra en
oráculo, pero la puesta desacraliza ese lugar cuando pone en evidencia la poca
consistencia de sus afirmaciones, y la necesidad que tiene el médico / a de
apoyarse en la credibilidad ajena y lograr el tiempo necesario para bucear en
una verdad confirmatoria. Ante la sensación de desamparo y fragilidad, Diana,
el sujeto sujetado a una cama, se refugia en el pasado para asir de este modo
una realidad inamovible aunque dolorosa, pero que de alguna manera puede
controlar. Inmovilidad escénica que nos lleva a tomar conciencia de un cuerpo
distinto; por un lado, la ficción: un cuerpo en reposo, en escorzo, posición a
la que no estamos muy acostumbrados como espectadores. Por otro lado,
paradójicamente, como individuos inmersos en una cultura cada vez más visual,
donde el cuerpo se borra en la cotidianidad y del cual, en general, tomamos
conciencia en estado de enfermedad o de convalecencia. En el espacio escénico
despojado, a través del registro visual recibimos información sobre el
transcurso del tiempo – Hora 1, Hora 2, Hora …- como también del interior de
ese cuerpo por medio de las radiografías. Vamos conociendo a Diana desde su
interior físico, los secretos no visibles de su cuerpo y, al mismo tiempo, desde
su espacio interior, en tanto experiencia vivencial, punto de partida de la
obra, y del tiempo subjetivo del personaje. Con profesionalismo Emilse Díaz
construye a su personaje con una gestualidad particular, salvo algunos
momentos, desde la relativa movilidad que le permite su cama hospitalaria; desde
un cuerpo que adquiere espesor y en ese aprendizaje inevitable requiere la
contención de sus afectos. Mientras Silvia Hilario tiene a su cargo los
personajes de enfermera / doctora, quienes con sus breves entradas aportan
dinamismo y humor a el relato de vida de Diana. La pequeña Sala Machado permite
crear un clima íntimo, confesional, ante la cercanía con los personajes, que es
bien aprovechado por la dirección.
Diario de incertidumbre de Marcelo Pitrola e Idea de Silvia
Hilario.
Elenco: Emilse Díaz, Silvia Hilario.
Poesías: Fernanda di Rocco.
Iluminación: David Seiras.
Diseño Sonoro: Alejandro G. Novoa.
Diseño y Producción Gráfica: Marta Calí.
Diseño Visual: Alejandra Soto.
Asistente de Dirección: Pablo Testai.
Producción Ejecutiva: Toc-Toc Cía. de Teatro.
Prensa: Carolina Alfonso.
Dirección: Silvia Hilario.
Sala Machado.
Elenco: Emilse Díaz, Silvia Hilario.
Poesías: Fernanda di Rocco.
Iluminación: David Seiras.
Diseño Sonoro: Alejandro G. Novoa.
Diseño y Producción Gráfica: Marta Calí.
Diseño Visual: Alejandra Soto.
Asistente de Dirección: Pablo Testai.
Producción Ejecutiva: Toc-Toc Cía. de Teatro.
Prensa: Carolina Alfonso.
Dirección: Silvia Hilario.
Sala Machado.
1 Silvia Hilario dice: “Fue en el instante en
que sufrí un accidente doméstico cuando sentí que el tiempo se detenía como si
fuera una polaroid. En ese presente, trágico, me aparecieron fragmentos de mi
pasado, una enorme sensación de soledad e incertidumbre. La imagen de la caída,
el dolor y luego sucesivas preguntas funcionaron como un posible embrión de la
obra. Así comenzamos la deriva que nos condujo a Marcelo Pitrola y a mí a
transformar este episodio del orden de lo íntimo en teatralidad, en ficción. En
los encuentros fuimos encontrando a Diana, el personaje central de la obra.
Dando lugar a nuestro imaginario y a situaciones conocidas de mujeres próximas
a nosotros y a mí misma. Así fuimos construyendo ese universo teatral, que es
Diario de incertidumbre.” (Gacetilla)
2 Es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos
Aires. Su formación teatral comenzó con Cristina Banegas y continuó en
seminarios con otros maestros como Augusto Fernandes. Estudió dramaturgia con
Mauricio Kartun. Trabajó como actor en el Teatro Nacional Cervantes
("Babilonia" y "El organito" de Armando Discépolo, con
dirección de Villanueva Cosse y Hugo Urquijo, en 1995), en el Teatro San Martín
("Luces de Bohemia", con dirección de Villanueva Cosse, en 1999).
Trabajó como profesor en talleres de escritura de la materia Semiología en el
CBC de la UBA y
en las universidades de Quilmes y Luján. Actualmente es profesor en el IUNA
(Instituto Universitario Nacional del Arte). Como dramaturgista, participó en
"La pecera" de Ignacio Apolo, estrenada en el Centro Cultural Ricardo
Rojas de la UBA
con dirección de Diego Rodríguez. Escribió una versión teatral de "En la
colonia penitenciaria" de Kafka, estrenada en 2002. Su obra "Princesa
peronista" obtuvo el primer premio en el IV Concurso Germán Rozenmacher de
Nueva Dramaturgia, con un jurado integrado por Mauricio Kartun, Jorge Dubatti y
Daniel Veronese y organizado por el V Festival Internacional de Buenos Aires y
por el Centro Cultural Ricardo Rojas. Esta obra también obtuvo una mención
especial en el concurso nacional de obras de teatro 2005 del Instituto Nacional
de Teatro. Como parte del premio Rozenmacher, la obra ha sido traducida al
inglés y al francés; por otro lado, también ha sido traducida al alemán. La
obra se estrenó en 2006 en el Teatro del Pueblo. Obtuvo nominaciones en los
premios Florencio Sánchez (mejor autor y actriz revelación) y Trinidad Guevara
(autor revelación). En 2007 participó el Taller Proa Cine para desarrollar el
proyecto de largometraje "Niña sola" en coautoría con Ezequiel Yanco.
En 2008 coescribió y codirigió con Ezequiel Yanco el cortometraje "Feliz
Navidad", que ganó el primer premio en el Concurso de Cortometrajes
Alberto Fischerman del Fondo Nacional de las Artes y participó de la
competencia oficial del Festival Internacional de Cine Latinoamericano de La Habana 2009, del Festival
de Cine Independiente de Mar del Plata 2009, UNCIPAR (Villa Gesell) y del11º
Encuentro de Cine Sudamericano de Marsella. (Alternativa Teatral)
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