lunes, junio 18, 2012

4D Óptico de Javier Daulte



Nunca pensé en una sociedad del futuro, ni en el avance de las tecnologías, ni en nada por el estilo. Esta suerte de malentendido tal vez se deba a que mi mirada está más centrada en el aspecto lúdico del asunto (los argumentos que me brinda la ciencia ficción me ayudan a generar procedimientos dramáticos más o menos fértiles) que en los contenidos
(Daulte, 2009, 49)


El teatro como ejercicio lúdico es una de las características de la escritura de Javier Daulte, un dramaturgo que tiene una extensa trayectoria dentro y fuera del territorio nacional. Cursos, seminarios de actuación y dramaturgia, lo tienen como profesor y director, tanto en Buenos Aires como en Barcelona1, Madrid, México o Caracas. 4D Óptico fue  estrenada en versión bilingüe (catalana – castellana), y bajo su dirección en el Festival de Temporada Alta de Girona el 9 de noviembre de 2003 y para luego pasar al  Teatro Lliure de Barcelona el día 13 del mismo mes2. Del escenario del Teatro Cervantes al espacio de El Cubo, la puesta ofrece una síntesis acabada de muchos de los conceptos con que el autor define el teatro y su propia labor. Una realidad fragmentada, en este caso atravesada por un tiempo simultáneo, que a partir de un agujero cósmico permite la dualidad de universos paralelos donde lo que ocurre en uno determina las acciones del otro. ¿Teatro de ciencia – ficción? La mayoría de sus obras están atravesadas por otros géneros que provienen de la literatura, y que muy esporádicamente incursionan en el mundo del teatro: el género fantástico, el policial negro, o la ciencia ficción.3 Desde la lógica racional de la ciencia Daulte se permite discutir sobre la verosimilitud, la verdad única, el sujeto, la palabra y su sentido aleccionador, el tiempo lógico temporal de la historia, es decir, sobre los conceptos que definieron los grandes discursos de la modernidad, de quienes evidentemente desconfía, y señala al espectador como se construye esa realidad que a más de un desprevenido nos parece irrevocable. El teatro produciendo un acontecimiento alejada de una verdad referencial, ya que todo intento es fragmentado, por lo tanto, toda verdad resulta relativa. La ciencia parodiada y transgredida por el humor, donde los procedimientos melodramáticos están por debajo de los procedimientos del género ciencia /ficción, pero al igual que en otras de sus creaciones está presente.  El amplio espacio escénico de El Cubo facilita la construcción de estos dos mundos paralelos: los Laboratorios Roosenvart y la Mansión Urkel. La escenografía con pocos elementos y la iluminación sin grandes cambios le otorgan un dinamismo tal que, más allá de las sólidas interpretaciones, el espectador acepta la ilusión teatral de ambos universos sin dificultad. Por un lado, guardapolvos blancos y amplios escritorios con tubos de ensayo e instrumentos de precisión y, por otro, largas mesas con manteles rojos para una noche especial y personajes con ropa elegante. Ocho actores con profesionalismo les dan cuerpo a variados personajes: de un físico a un asesino, de un ingeniero a un chofer del mafioso, de una bióloga a una falsificadora de joyas, de una matemática a una cantante pop,…, aunque quizá el que más recordemos es el hermano de Róber y disminuido mental (Andy) / el mafioso (Ojeda). Sin altibajos estos actores le dan una sólida textura al hecho teatral y tal vez si la duración real del espectáculo fuera menor a los 120 minutos ganaría mayor intensidad una obra que no tienen fisuras. Una puesta en escena donde la temporalidad parece ser el eje principal, no en la concepción tradicional sino entendida como musicalidad escénica. El tono y el ritmo que se genera a partir del trabajo actoral tiene que ver tanto con el discurso verbal como con los desplazamientos, las entradas y las salidas, de cada uno de los múltiples personajes de esta ficción fragmentada.
 









4D Óptico de Javier Daulte. Elenco: Federico Olivera, Moro Anghileri, Paula Acuña, Héctor Díaz, Laura Paredes, Gerardo Chendo, Andrea Garrote, Julieta Vallina. Escenografía: Alicia Leloufre. Asistente de dirección: José Escobar. Iluminación: Gonzalo Córdova. Asistente de iluminación: Facundo Estol. Vestuario: Mariana Polski. Asistente de vestuario: Manola Aramburu. Fotografía: Hernán Corera. Diagramación gráfica: Ian M. Kornfeld. Diseño de sonido: Mauro García Barbé. Asistencia de dirección: Gonzalo de Otaola. Producción ejecutiva: Javier Madou. Director: Javier Daulte. Producción general: Compañía 4d Óptico. Teatro: El Cubo.














Daulte, Javier, 2009. “Batman vs. Hamlet. El argumento al servicio del procedimiento y el contenido como sorpresa” en Teatro XXI, año 14, no 27, otoño, pp. 49/56.

Pellettieri, Osvaldo, 2004. (Prólogo a Teatro Tomo 1) en Javier Daulte, Teatro. Buenos Aires: Corregidor.








1 Es asesor pedagógico de la Escuela de Interpretación EÒLIA de la Ciudad de Barcelona, donde se implementa su método para actores bajo el nombre de Procedimiento Daulte. Entre 2006 y 2009 fue Director Artístico del teatro La Villarroel de Barcelona.

2 El espectáculo se ha presentado en el último Festival Fronteras 04 que tuvo lugar en Londres en septiembre de 2004. A partir de octubre del mismo año se presenta en el Teatre Antic de Barcelona. Obra traducida: catalán, inglés y, sueco.

3 En Gore como Óbito, se parodia fundamentalmente la ciencia – ficción, sin embargo, desfilan por él una serie de “deseos humanos” que dieron vida a infinidad de melodramas y que son presentados dentro de un desarrollo paródico – satírico: por ejemplo el deseo de ser madre. (Pellettieri, 2004, 17)










No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails