martes, septiembre 11, 2012

Reseña | Madres…que se esconden Secuelas…¡Que no se repita! de Nazareno Molina




Por Azucena Ester Joffe 

El volumen, Teatro 1, contiene dos obras dramáticas con prólogo de María de los Ángeles Sanz, el prefacio es un importante recorrido previo por la escritura intima de Nazareno[1] –dramaturgo, actor y director de teatro- porque nos introduce en su particular estilo, “autor que cree en la palabra para discutir desde la misma y desde la estructura dramática problemáticas que tienen que ver con los rincones más oscuro de la sociedad” (9). El autor, en 1996, creó el Grupo Friwox, grupo de teatro independiente que, actualmente, se divide entre su ciudad natal, Larroque, y Capital Federal. La primera de las obras, Madres…que se esconden, fue estrenada en Entre Ríos, 2008, y, la segunda, Secuelas… ¡Que no se repita!, 2010, en Capital Federal. Desde ambos títulos, Molina nos plantea una lectura que no es ni lineal ni cerrada sino, por el contrario, es incierta: la utilización de puntos sucesivos da cuenta de un enunciado incompleto y, tal vez,  en suspenso, una breve pausa que permite distintos sentidos.

Madres…que se esconden, presentó una novedosa puesta en escena: en cada función, el personaje de Yaima era realizado por una actriz o directora diferente. El texto dramático nos ubica espacialmente en una antigua casona de San Telmo, los cinco personajes femeninos tienen un lugar y un rol determinado, formando un encastre prefecto como si fuera un puzzle; el núcleo duro de la historia queda al descubierto desde el inicio: la maternidad

FREYRA – Mujer, que ansías ser madre y luchas por no olvidarlo.
AIME – Mujer, que abandonaste y hoy sufres a la distancia.
POLA – Mujer, que lloras cada noche la partida de esa niña.
JEMICA – Mujer, que mataste asumiendo el castigo.
WAYCA- Mujer, que esperas atenta la luz que ilumine tu vida (18)

Pequeños, intensos y tristes relatos de vida que cada personaje lleva adelante trasladándose a un tiempo y a un espacio diferente compartiendo un punto en común: algunas de las problemáticas de género.  Molina, de manera sencilla, profundiza en el alma de cada mujer; cualquier lector podrá descubrir en cada intersticio de su escritura una cruel historia real de nuestra vida cotidiana: maltrato físico y psíquico, violación, la pérdida de un hijo,….

FREYRA – No hagas caso de las tonterías que te dice ésta chica, Yaima. Delira desde que murió su hijita. Ya ves, por las noches habla con todas las muñecas y las trata como si fueran bebés de verdad. Yo la dejó. Después de todo, debe ser difícil tener una carga como la de ella. ¿No? (40-41)

Un tiempo cíclico que encierra la intriga, las escenas más intensas están presentadas como pequeños flash back cinematográficos, únicos momentos en que el lector / espectador dispone de alguna especie de saber.  Un pacto de silencio, lleno de culpa o locura, un asesinato real o inventado, así, a lo largo del texto, cada personaje irá dando pequeños indicios y sólo será el lector quien decida si son realmente culpables o inocentes.

La segunda obra, Secuelas... ¡Que no se repita!, se presenta como un drama, el drama de una familia que intentan mantener las apariencias mientras que “los trapos sucios se ventilan sólo  a puertas cerradas”. Todos los personajes de la familia ejercen una forma de violencia verbal y física sobre el otro, salvo los dos personajes femeninos – Ágata y Tiziana - que llegan desde el afuera y son estas jóvenes quienes introducen la posibilidad de una relación menos conflictiva y, por lo tanto, menos agresiva. Nazareno con su claridad de escritura nos ubica a través de coordenadas espaciales y temporales precisas – Mercedes, Lanús,…- quizá para recordarnos que el tema de la violencia familiar está, lamentablemente, naturalizado en la sociedad de tal forma que, en general, se invisibiliza esta situación en una inexplicable simbiosis entre la víctima y el victimario

AGATA [se dirige a Gaspar]- ¿No?... Te encontré mirando mi celular. Cuando te cuestioné, saltaste como un loco y por poco, no me levantaste la mano… ¡Conmigo eso no! Yo no quiero repetir la vida de tus viejos. (69)

También, en la voz de la empleada domestica él autor esboza el tema de la educación, o mejor dicho de la falta de educación

TIZIANA [a Genaro] – Muchas cosas cambiaron, señor. Sin ir más lejos la educación. Ya no se exige como antes. […] Yo soy joven también pero, lo veo y lo siento. Hay una liviandad en todo. Y me preocupa porque siento que “ellos” están ganando. Ellos, a quienes les conviene que haya más gente ignorante […] (81)

Otro tema, por demás cotidiano, que ambos personajes femeninos explicitan es la excesiva dependencia de la tecnología – la computadora, el chat, los juegos, el celular,…- y, tal vez una de sus principales consecuencias: la inevitable falta de comunicación familiar. Si en el primer acto, el lector únicamente tiene algunas señales del maltrato, en el segundo, la violencia se ejerce por doquier incrementándose el clima de tensión que conduce a que determinados personajes queden atrapados en cierto grado de locura.

Dos textos dramáticos cortos pero muy intensos, dos obra con una lectura distinta, siguiendo a  María de los Ángeles, “Con una lectura sesgada, en un corte transversal Nazareno Molina desestabiliza los discursos homogéneos, proponiendo una lectura nueva a viejas problemáticas” (10). El dramaturgo propone al lector / espectador, más allá del placer teatral,  revisar determinadas normas de conductas que nuestra sociedad ha naturalizado, conflictos muy presentes en nuestra cotidianidad de los cuales es necesario e ineludible no evadirse.
 




Madres…que se esconden
Secuelas… ¡Que no se repita!
de Nazareno Molina
Teatro 1, Editorial Friwox, 2011
Páginas 98






[1] Nació el 5 de agosto de 1976 en Larroque, Entre Ríos; dónde realizó sus estudios primarios y secundarios. Atraído por el teatro estudió en la Escuela Parroquial de Arte Escénico y en sexto grado comenzó a representar sus primeras obras de teatro en los actos patrios. Su gran salto fue en 1996 cuando creó el grupo independiente de teatro, Grupo Friwox, para el cual desde entonces escribe, dirige y también actúa. Éste grupo fue armado con compañeros de las tablas y con gente que fue seleccionado de acuerdo a su criterio y conocimiento. Vivió en Larroque hasta los 23 años, luego decidió radicarse en Capital Federal con la finalidad de hacer la Carrera de Arte Dramático. Logró su gran objetivo: el título de Actor nacional en el Colegio Superior de la Comunicación y Artes del Teatro, Andamio 90 - fundado y dirigido por la Sra. Alejandra Boero hasta el momento de su muerte, en 2006, y actualmente bajo la dirección de su hijo, Alejandro Samek. En la actualidad continúa con su grupo independiente de teatro que se subdivide en dos, uno en la ciudad de Larroque y otro en Capital Federal.
Algunas de su obras: La Rosa no se casa; Un mueble…sin flores; Secretos…que lastiman; La clave del difunto; ¿Culpables o no?; La herencia de papá; Sábanas blancas… (De eso no se habla); Ausencias… (El vacío que no se llena). [Datos tomados de la contratapa del presente libro


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