lunes, marzo 18, 2013

Ser o no ser de Luca Franceschi por La Compañía de Teatro El gato negro


La Compañía de teatro El Gato Negro1 nace en 1999 y desde entonces ha realizado cerca de veinte espectáculos tanto clásicos como de autores contemporáneos. Ser o no ser, una cómica tragedia acaba de obtener el Premio al Mejor Intérprete Masculino del XXIII Festival de Teatro Ciudad de Palencia. La compañía ha representado sus espectáculos en casi toda España y en Festivales Internacionales de otros países de Europa y América latina. Por otra parte, estuvo entre nosotros en el 2011 con su espectáculo musical: Cabaré de caricia y puntapié en la sala del Teatro El Cubo, bajo la dirección de Alberto Castrillo – Ferrer, en aquella oportunidad. En esta puesta el entonces director de la propuesta es el actor que lleva adelante la textualidad de Luca Franceschi2, quien propone al espectador y le propone a su actor un salto al abismo cuando construye un texto donde el tema es él mismo y su relación más difícil, la que lleva con su personaje. Aquí no hay uno en busca de un autor sino en busca del cuerpo físico que le dé carnadura, que lo convoque y le dé vida. Cuando se ingresa a la sala en una espera expectante, el personaje, nos invita a un intercambio entre ambos, y nos propone un juego, es decir, nos propone ser parte de una función que no sería tal sin nosotros, pero de ninguna manera sin él. ¿Qué es el actor sin un personaje concreto, que es su ideal, su persecución? Alberto Castrillo - Ferrer nos lleva de la mano por el recorrido desconocido para muchos de la creación, desde la elección de qué, hasta el momento de la presentación ante aquellos que juzgaran las largas horas de inquietud y de trabajo. Con un histrionismo maravilloso,  es a la vez el actor, Raúl, y el otro, ese ser inquietante que lo habita, y que en la anécdota pequeña que se expande tiene secuestrado al primero. En un tiempo medido por un reloj en escena, 77 minutos, desliza el relato por un ininterrumpido diálogo con su público. El actor / personaje nos da con humor, ternura y sensibilidad una clase magistral del proceso de construcción  de sí mismo convertido en otro, y con una habilidad sorprendente nos hace ver en escena a ambos valiéndose de un pequeño elemento que marca la diferencia, una vieja gorra,  que es sólo el pretexto para jugar con el cuerpo, la gestualidad, la voz, y demostrarnos que es un gran artista. La otra excusa son los monólogos de Shakespeare, Hamlet, Macbeth, Ricardo III, que desfilan desde la palabra del vate inglés y desde la voz impertinente del actor que enamorado de las palabras, a veces, se excede en temperamento. El espacio escénico parece estar divido en tres niveles diferentes: por un lado, en el centro su cortina roja nos recuerda a los antiguos tablados escénicos y es por donde entran y salen tanto “el personaje” como “el actor”. Por otro, en ambos laterales están todos los elementos necesarios para llevar adelante un espectáculo teatral: la consola de luces, los objetos de utilería y la música a través de un reproductor. Por último, el espacio del público que esta suspendido y es visibilizado sin previo aviso; pues si bien la obra tiene claramente una estructura, la relación con el espectador es importante para lograr la calidez y el dinamismo que se genera desde el escenario. El humor constante a partir de reírnos de nosotros mismos pero también de cada uno de los agentes del campo teatral y sin dejar afuera a los productores. Un personaje que quiere hacer la función, un actor que nos sorprende constantemente, un público que necesariamente se involucra a pesar de la pura metateatralidad de la propuesta. Ser o no ser deja claro que el soporte material del hecho teatral es únicamente el actor, no sólo porque no se puede reproducir técnicamente sino porque, además, con profesionalismo se genera una complicidad muy fuerte con el espectador.










Ser o no ser de Luca Franceschi. Intérprete: Alberto Castrillo- Ferrer. Traducción: Alberto Castrillo – Ferrer. Diseño de luces: Alejandro Gallo. Diseño de vestuario: Marie – Laure Bèrnard. Escenografía: Stéfano Perocco – Manolo Pellicer. Coreografía: Blanca Carvajal. Diseño gráfico: Manuel Vicente. Ayudante de dirección: Rafael Blanca. Distribución: PTC Teatro. Dirección: Luca Franceschi. Prensa: Silvia Barona. Belisario Teatro










1 La compañía El gato negro nace en el seno de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Durante los primeros años, la estructura funciona bajo la forma jurídica de Asociación Cultural, de esta manera va creando pequeños espectáculos y haciéndose un hueco en la vida teatral Madrileña. En el año 2006 la sede de la compañía se traslada a Aragón y en vista de las necesidades que requerían los espectáculos que se iban produciendo y explotando por la geografía española, la compañía dio el paso de Asociación Cultural a Sociedad Limitada (con el mismo nombre y mismos integrantes) asumiendo esta última los espectáculos que tenía en gira y pasando a ser la productora de nuevos. Efectivamente, fueron precisamente los tres últimos espectáculos creados en el seno de anterior Asociación Cultural: Un Tal Pedro, Gris Mate e Ildebrando Biribó el último Cyrano  los que demandaban una estructura mercantil para poder acceder a los teatros y festivales que los requerían.



2 Luca Franceschi es un dramaturgo y mimo italiano alumno de Marcel Marceau.











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