viernes, agosto 31, 2012

La Playita de Gonzalo Villanueva



La persistencia en nuestro campo teatral del realismo en todas sus variables y procedimientos es un hecho que ya no tiene discusión. Desde las puestas más cercanas al circuito profesional como desde el teatro de cámara de autogestión, en salas que son además prolongación de Escuelas de teatro y otras tareas culturales, la puestas cuya poética responde a la entrega de una tesis al espectador, una verdad de carácter social, sobre todo con la problemática que atañe a la clase media, que debe ser escuchada y luego modificada a través de la exposición en el escenario es más habitual de lo que seguramente se supone. La Playita de Gonzalo Villanueva da cuenta de este registro tanto en la escenografía, las actuaciones que reproducen los estereotipos de la mujer frívola, la sometida, la madre memoriosa y que vive a través de la realización de su hijo, el racista, discriminador y dominante en la relación de pareja y el hijo abandonado por la indiferencia materna que necesita de un amigo imaginario para sobrellevar una infancia en soledad; como también en su lógica temporal. Lo inédito, lo diferente que texto y puesta proponen es  el elemento fantástico cuya función no sólo es irrumpir en un mundo ordenado para desestabilizarlo, como en el cuento o la novela, sino producir además una reflexión de carácter existencial sobre el comportamiento de cada uno de los personajes involucrados. Lo extraño aparece en esa playa donde el aburrimiento parece el denominador común y los diálogos son la consecuencia de la banalidad de sus vidas; donde el sexo en la pareja joven es un ariete para insultarse y denigrarse, y el silencio también. Todo ese orden establecido cargado de convenciones y sobreentendidos, se quiebra cuando un ser desde el mar es traído a la playa en malas condiciones y cada cual tomará como pueda un lugar en la nueva escena y descargará en el otro sus inseguridades, sus miedos. La propuesta es un intento interesante de producir sentido a partir del cruce de un género por otro, pero a pesar de eso, no fue suficiente para conmover o empatizar con el espectador, que es lo que la pieza buscaba. Actuaciones no todas en un mismo registro y nivel, diálogos por demasiado tiempo triviales, y un conflicto que no logra profundizarse en ninguna de las micro historias presentadas impiden su concreción, a pesar de algunas breves situaciones humoristas bien logradas. Una puesta realista que nos hace recordar vacaciones pasadas, el ruido del mar, la arena, el bronceador, el mate, ….; la incorporación de los dos niños le da un aire de frescura y logran ambos, en un momento en particular, crear un clima de ternura.




La Playita de Gonzalo Villanueva1. Colaboración autoral: Ricardo Vallarino, Diego Quiroga. Elenco: Paula Cancela, Patrizia Camponovo, Franco Cucchiara, Adriana de Miguel, José Luis De Giano, Alicia Godoy, Matías Leiva, Santiago Miguel, Fabiana Miguel, Juan Moretti. Diseño de escenografía: Gonzalo Villanueva. Asesoramiento en escenografía y vestuario: Pepe Uría. Realización de la piedra: Pepe Uría, Poky Nin, Fabio Toñanez, Laura Serial, Gonzalo Villanueva. Realización del horizonte del mar: Leonardo Olivera y Natalia Serraff. Diseño y realización de la sirena: María Maidana Corpus. Diseño de luces: Sergio Cucchiara. Diseño gráfico: Leopoldo Villanueva. Prensa y difusión: Duche & Zárate. Asistencia de escenario: Laura Serial. Puesta en escena y dirección: Gonzalo Villanueva. Teatro del Abasto.




1 Gonzalo Villanueva tiene una trayectoria donde curso con directores tan personales como Agustín Alezzo y Ricardo Bartís. Su carrera profesional transitó distintos caminos enlazados por la misma voluntad de expresar contenidos creativos en el campo de la estética y el sentido: por un lado, desempeñándose como productor y realizador en televisión abierta y de cable y, por el otro, como director, diseñador de luces, puestista y actor de teatro. Su debut teatral lo encarnó cuando escribió y dirigió “Los infieles”, experiencia teatral de investigación física, estrenada en el ya desaparecido Bajo Corrientes en el 2000.  Entre el 2001 y 2003 trabajó como elenco estable de la compañía de teatro off-Broadway Repertorio Español, donde participó de siete obras teatrales entre las que se destacan “Bodas de sangre”, "Crónica de una muerte anunciada", "Los cabellos de Absalón", “Yerma” y “La malasangre” desempeñando papeles principales y secundarios. Fue elenco de la compañía De la Guarda en el show "Villa Villa" en su gira por Buenos Aires. Protagonizó "El diario de Adán y Eva" en el Centro de Bellas Artes de San Juan de Puerto Rico y "El kaso Dora" en su segunda temporada en la misma ciudad. En el 2004 obtuvo el segundo puesto en el Concurso Provincial de Guión y Dirección General de la Fiesta Nacional de la Vendimia, en Mendoza. Es el autor de la novela “La ruta de aquel nombre”, publicada por Grupo Editor Latinoamericano y distribuida en Argentina, Puerto Rico y Nueva York, además del autor de tres obras de teatro aún no estrenadas.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails