El futuro es un grito desesperado
Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz
En La mueca2, nueva sala teatral, se repone este año Residuos, una textualidad cuya temática roza la idea de un futuro apocalíptico, en un mundo que cada vez más se apoya en el desconocimiento de muchos, sobre la experimentación de unos pocos; pero sobre todo en los peligros de la ambición que desborda en una sociedad consumista, que deposita en el dinero, toda esperanza de felicidad. La estructura de la pieza que recuerda a Brecht, pero bajo la mirada de Osvaldo Dragún, si bien logra crear el clima de agobio y claustrofobia que se requiere, sobre todo por las muy buenas actuaciones, es por momentos, textualmente innecesariamente explícito. El personaje que introduce la historia, (personaje narrador en el universo brechtiano), pone luego en palabras aquello que las situaciones y los actores han desarrollado desde el diálogo y la gestualidad. La temática, pone en evidencia de manera cruda y realista, el patetismo de seres que llevados al límite del deseo, entre el miedo de perder la protección que un trabajo seguro y un dinero más que suficiente les puede proporcionar, pierden la perspectiva del valor de la vida. Temática descarnada que desde su programa de mano se hace presente como hilo conductor El grito (1893) de Edgard Munch, donde la figura andrógina simbolizaría la angustia y la desesperación del hombre moderno ante lo inevitable. Figura que está gritando en un camino con cerca, rara coincidencia, o no, con la foto de Nic Ut (1972) de la niña Kim Phuc corriendo y gritando por un camino durante la guerra de Vietman. En el espacio real representado una familia contemporánea pone en escena una de las caras de la moneda: un extraño trabajo que requiere 24 horas de atención; en el espacio virtual representado la otra cara: la destrucción del hombre por el hombre mismo. El logro del hecho espectáculo es poder transmitir al espectador el sin sentido y la angustia de que la idea de un repositorio de residuos nucleares no es ficción, sino que es una amenaza o, mejor dicho, una aterradora realidad. Desde una perspectiva actual y didáctica los personajes no podrán revertir el final inesperado sólo para ellos. Las dicotomías naturaleza/ ciencia, hombre /divinidad; son el centro de una textualidad que pone en escena como aquellos conceptos que deberían ser sólo herramientas para el progreso humano en su esencialidad, no en su materialidad; se van convirtiendo cada vez más en una única finalidad ajena al hombre, al que convierte en su afán de dominio en una herramienta descartable. La naturaleza cada tanto se encarga de darle la razón al autor, cuando desde el centro de su propia furia, nos hace comprender como el intento de sobornarla, maquillando las verdaderas intenciones que nos mueven, nunca alcanza para doblegar su fuerza y su verdad.
Residuos de Juan Freund. Elenco: Héctor Sinder, Cristina Fernández, Isabel Caban, Alejandro Robles, Carlos Damato y Ezequiel Herbas. Escenografía y vestuario: Silvia Spina. Asistencia de dirección: Nahir Bessarez. Fotografías: Gianni Mestichelli. Puesta de luces: Juan Freund. Dirección: Elba Degrossi. La Mueca (2011)
1 Juan Freund fue actor desde los veinte a los cuarenta años, actuaba en francés, en la Alianza Francesa. Luego comenzó a escribir cuentos, dramaturgia y a dirigir. La primer pieza fue “Los consultores del imperio “. En 1973 presentó su obra, “Al fondo a la izquierda”, en el concurso de teatro Municipal y ganó el primer premio, cuya puesta se dio en el teatro San Martín. Después escribió “Residuos”, a quien el autor definió como una: “especie de grotesco, sobre el negocio de los residuos nucleares en Argentina”. El texto tiene hoy cada vez más vigencia, dados los últimos acontecimientos de la amenaza radioactiva, con los retos que impone los movimientos de la naturaleza, además de los negociados con la venta de tierras a manos extranjeras en el país, y la problemática de la escasez del agua, y la contaminación de territorios por los residuos de papeleras y otras industrias que con indolencia y la suma de fabulosas ganancias llevan a la humanidad a un destino incierto. En el año 83, realizó con su mujer Elba Degrossi, directora actual de Residuos, un espectáculo, un collage sobre textos de Boris Bian; una terrible critica al sistema militar, clerical, al capitalismo, como él mismo afirmaba en una entrevista: “si la hubiésemos dado en el 82, hubiésemos tenido éxito, así y todo nos fue muy bien, contamos con el auspicio de la embajada de Francia, hicimos gira por toda la Argentina, 60 funciones en el teatro Espacio y teatro Del Este.”
2 El teatro La Mueca, está ubicado en el corazón de Palermo (Av. Córdoba y Godoy Cruz), en el medio de un importante complejo edilicio. La sala cuenta con 70 butacas, 60 tachos de luz, y posibilidad de trabajar en 2 planos.
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