Si me van a besar quiero
que sea en la boca. Y si es en la boca quiero que el beso dure, por lo menos
veinte minutos. Si dura veinte minutos deberé especular sobre el amor. Y si me
enamoro quiero irme. Lejos. Muy lejos. Al mar, en Semana Santa.
(Alfredo Staffolani)
Cómo resolver la vida cuando uno es el
centro de un sistema que se vuelve sobre sí mismo para acercarse a él. La vida
le sucede al personaje de Andrés, a través de las relaciones familiares, su
padre, madre ausente; de las relaciones de consorcio, un portero entrometido y
necesitado; de las relaciones amorosas, amigos abstenerse. Le sucede porque no
parece iniciar nada sino seguir el curso de los acontecimientos. Un vaso de
agua lo enfrenta una relación que se le impone. La vuelta al barrio, no es
trabajada desde la nostalgia, sino desde la fatalidad. Todos repetimos nuestras
acciones, entonces, volver es no una posibilidad elegida, sino un destino. Los cuatro
actores revelan la fragilidad y la impotencia de sus personajes, porque la
fuerza y la violencia, activa o pasiva, los envuelve y los deja a la deriva.
Staffolani, presenta un texto que rompe con la ilusión realista y se dirige al
espectador para seguir el hilo de una narración, íntima, pequeña, que habla de
la soledad, del desamor, de la falta de comprensión, y de una solidaridad que
sólo se aplica por la inercia de una pasividad suicida. Amor y sexo, tratados
con aparente liviandad, son expuestos en la voz de los actores con palabras
como estiletes. Así, como la relación competitiva entre padre e hijo, cuando
una generación ve el avance de la otra como amenaza y trata desde el doble
discurso aniquilar su posibilidad de crecimiento. Andrés Rossi, trabaja bien la
dualidad de su criatura que narra a la vez que es narrado desde las acciones, y
en el discurso de los otros sobre él. El mundo recortado de Andrés, no da
cuenta sino en los detalles y en el conjunto de objetos de un contexto temporal.
El recuerdo de Guillermo Vilas, mito familiar, héroe a imitar, espejo y límite
del personaje, establece en el presente del relato su tiempo histórico. Al
igual que en Inventarios, en el mundo
creado por Staffolani, todos narran y son narrados. El título, Loop, como aglutinador sémico da cuenta
de esta estructura de repetición que tiene la obra, como así también el
programa de mano y la figura femenina como en un juego de espejos. El término loop es un anglicismo,
simplificando mucho, en música electrónica tienen que ver con la repetición de
uno o varios compases iguales. El hecho teatral es lo que plantea desde el
espacio escénico y a través no sólo de los diálogos entre los personajes, sino
también a través de la relación que establece el protagonista cuando rompe con
la cuarta pared. En la estructura de cada escena sólo cuenta el tiempo
histórico de Andrés (Andrés Rossi) que se va relacionando con los otros
personajes como si fueran satélites naturales que orbitan alrededor de él. En
el espacio escénico pocos elementos y aislados, la música que se repite, las
líneas rectas de las “paredes” y “aberturas” que parecen no conducir a ningún
lado, salvo a aquellos lugares que la iluminación delimita. Una situación común
en la vida de un hombre común, situación de repetición mecánica, naturalizada,
quizá para poder sobrevivir a sus miedos y sus fantasmas.
Loop de Alfredo Staffolani 1. Elenco: Andrés Rossi (Andrés), María Laura Santos
(Alice), Eduardo Peralta (El padre), Juan Manuel Castiglione (El portero de
edificios), Lizzi Arguelles (Isabel, la agente de cementerios). Diseño de
luces, vestuario y escenografía: Leandro Crocco. Diseño sonoro y web: Matías
Rinaldi. Diseño gráfico: Leandro Felipe. Ilustración: Guillermo Barbuto.
Fotografía del proceso: Luz Werner. Asistente de producción: Eliana de María.
Asistente de dirección: Julieta Larrechea. Prensa: Luciana Zylberberg. Dramaturgia
y dirección: Alfredo Staffolani. Espacio
El Kafka.
[1] Nació en Buenos
Aires en 1982, actor, autor y director de teatro. Se formó en actuación con
Federico León, Rubén Szuchmacher, Ciro Zorzoli, María Ibarreta y Gonzalo
Martínez. En narrativa con Alicia Steimberg y en montaje con Gonzalo Martinez.
Cursó una Maestría en Dramaturgia del IUNA, teniendo como docentes a Rafael
Spregelburd, Horacio Banega, Ariel Barchilón, Patricia Digilio y Fernanda Cano.
Es docente de narrativa a nivel privado y en la UBA; y de actuación, dramaturgia y montaje en La Odisea, Escuela Integral de
Formación para el actor. http://lucianazylberberg.com.ar/?attachment_id=2131
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