Dos mujeres, una
vieja casona, una herencia, secretos, muchos secretos, y el lugar de la
mezquindad, del egoísmo, del sálvese quien pueda, y una justicia poética, que
finalmente le da a cada uno lo que le corresponde, Santa Teresita mediante.
Pero sin golpes bajos, sin dramatismos sino con humor, y muy buenas
actuaciones, sobre todo la que lleva adelante Teresita Rellihan, en la espesura
de esa mujer que no dice pero llora una pena desde el alma, y que cuida, porque
ese es su oficio, a una supuesta dueña de la casona, que no es tal; con un
proverbio o una cita del misal a mano, con todo el santo cielo jugando a su
favor, ella desde su inocencia desbarata un entramado criminal, para demostrar
al espectador, que no era ni tan inocente, ni tan boluda. La pieza deja caer
como al pasar la corruptela de los estratos de poder, el Estado y la Iglesia, el poder terrenal
y el poder celestial en la
Tierra, en la actuación del propio autor, que encarna a los
dos derechos, al canónico y al judicial. La puesta explora la teatralidad en la
actuación y compone a la manera del actor popular los personajes que desde el
afuera, gestualidad, vestimenta, entonación de la voz, postura corporal,
elabora una tipificación, un estereotipo de ciertas particularidades según
clase y condición. La necesaria búsqueda de la comedia ligera en un campo donde
está subestimada, es abordada por la puesta
y agradecida por el público, que ansia un género que le depara, cuando
está como en este caso hecho con respeto, un momento de entretenimiento y
reflexión. La escenografía realista y la iluminación construyen el marco para
la acción dramática y crean la atmósfera que el texto espectáculo requiere. En
el espacio real representado todo es estático o pesado, el mobiliario y las
rojas cortinas, como la vida de estas dos mujeres mayores que han quedado casi
detenidas en el tiempo, sobre todo Dora, situación que además subraya el
vestuario. Esta escasa movilidad produce un efecto plástico para el espectador,
sumado al ritmo corporal, en especial de Lita que con su pausado desplazamiento
y gestualidad provoca un fuerte contraste con el ritmo que tienen los diálogos
entre ambas, producto del humor simple de esta comedia. Siguiendo a Pavis,
“buscar / encontrar un ritmo para el texto que [se quiere] representar siempre
equivale a buscar / encontrar un sentido” (1998: 402) Este ritmo se genera
desde el interior de la mansión y ésta es el objeto de deseo alrededor del cual
se desarrolla el conflicto. Pero, hay alguien que irrumpe desde el exterior y le
agrega un cierto dinamismo a la aparente situación donde casi nada pasa. El antagonismo
entre las dos mujeres no es sólo producto de la diferente clase social, sino
también por el modo de percibir el mundo exterior. El personaje del cura /
abogado (José Luis Álvarez) intenta obtener beneficios propios de la situación
domestica entre Dora (Solage Risuelo) y Lita (Teresita Rellihan), sin embargo
es Lita quien con su sencillez y su parsimonia obtiene el premio, y recuerda el
valsecito criollo que cantaba con su madre:
Alma, si tanto te han
herido,
¿por qué te niegas al olvido?
¿Por qué prefieres
llorar lo que has perdido,
buscar lo que has querido,
llamar lo que murió?
Desde el alma es una comedia intimista, que desde el cruce de la
vida de sus personajes logra provocar una sonrisa desde la ironía de una
situación donde la carencia de amor se sostiene por la sensibilidad y la mirada
inteligente sobre los hombres y las cosas de uno de sus personajes, aquel que
parece más ajeno a las encrucijadas del mundo.
¿por qué te niegas al olvido?
¿Por qué prefieres
llorar lo que has perdido,
buscar lo que has querido,
llamar lo que murió?
Desde el alma de José Luis Álvarez1.
Elenco: Solange Risuleo2, Teresita
Rellihan3, José Luis Álvarez. Diseño de iluminación:
Pascual Criniti. Escenografía: Mariana Berardi y Justina Costa Achával.
Musicalización: Alejandro Santos. Fotografía: Guillo Martínez Bo. Prensa: Carolina
Alfonso. Asistencia de dirección: Justina Costa Achával y Mariana Berardi.
Dirección: Solange Risuleo y José Luis Álvarez. Teatro El Tinglado.
1
José Luis Álvarez Se formó actoralmente en la
escuela de teatro de Julio Chávez y talleres de entrenamiento de Javier Daulte.
Cursó talleres con Ricardo Bartis, Santiago Doria, Maby Salerno y Paula Broner
(clown), Laura Neira (vocalización y canto); cursó en el Rojas los talleres de
dramaturgia dictados por Cecilia Propato. Participó actoralmente en diferentes
obras de teatro y películas independientes. Es autor y director de obras
de teatro infantil, y desde 2009 en adelante, de obras de teatro para adultos: Bodas
de turquesa y Desde el alma.
2 Solange Risuelo Comenzó sus estudios a los 17 años en la escuela de
Agustín Alezzo, participó en los talleres de entrenamiento de Julio
Chávez, así como en talleres de teatro con Ricardo Bartís, Joy Morris, y
Paula Broner y Maby Salerno (Clown). Realizó desde 1998 hasta la fecha
diferentes obras de teatro independientes, cortometrajes y
participaciones en ficciones de televisión abierta. Durante su estadía en
España 2002-2006), tomo cursos de interpretación, y participó en obras de
teatro y cortometrajes. Sus últimas obras de teatro como actriz son: Bodas
de turquesa y Casanimal. Actualmente actúa y dirige la obra de
teatro Desde el alma.
3
Teresita Rellihan
se formó actoralmente en la escuela de teatro de
Laura Yussem. Cursó talleres de
interpretación con Daniel Veronese; danza con Teresa Duggan; clown con Maby
Salerno y Paula Broner; creación plástica y escénica con Azul Borenstein.
Participó actoralmente en obras infantiles y
cortos independientes.
Pavis, Patrice, [1996] 1998. Diccionario del Teatro. Barcelona:
Paidós.
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