El Nobel del amor de Mariana Rodrigo
Desconcierto de Diana Raznovich
Almas de Griselda Gambaro
Un triángulo donde se cruzan las líneas del desamor, y la soledad
María de los Ángeles Sanz
En el espacio de El Bardo durante los meses de agosto y setiembre, tres talentosas actrices conformaron un espectáculo integrado por igual número de monólogos donde las funciones de cada una de ellas iban rotando de autora, actriz, y directora de los eventos. Mariana Rodrigo autora de El Nobel del amor llevó adelante con soltura y maestría la profundidad de un texto cargado de ambigüedades y desafíos; en Almas de Griselda Gambaro dirigida por Pilar Lourenco, la actriz que dio voz y cuerpo a su vez a El Nobel del amor, del que ella es autora y directora; por otra parte, María Pia Baschong fue dirigida por ambas en la puesta Desconcierto de Diana Raznovich. Esta interrelación resultó gratificante para las protagonistas del encuentro y para el público que pudo apreciar como desde un trabajo en común se logró llevar adelante tres textualidades complejas en su entramado, cargadas de sentidos no siempre revelados y proponiendo desde el trabajo actoral la posibilidad de desplegar un interesante muestrario de recursos escénicos. El Nobel del amor daba cuenta de un personaje extraño y autoritario que a través del antagonismo entre la gestualidad y las palabras teje un clima agobiante y siniestro. La pieza de Gambaro despliega con sensualidad las características de un personaje femenino de personalidad compleja e insatisfecha; el deseo de estar a solas, la hace presa de una personalidad que desborda y que se mueve entre su soledad y el deseo de compartir con el otro, cualquier otro, un otro indefinido un mundo propio que guarda con avaricia. Las actrices juegan un dueto inquietante a través de la distancia, de los niveles de espacios, la sirvienta (Pia Baschong) desde lo alto de la escalera, de espaldas al personaje central (Mariana Rodrigo) que a nivel del espectador insinúa una inversión en la eterna dicotomía: dominador / dominado; las relaciones de poder surgen desde la palabra, pero también desde el silencio y la ausencia. La actriz de la pieza de Diana Raznovich, utiliza la expresividad de movimientos y un buen uso del espacio escénico para recorrer las palabras que constituyen su texto, apoyándose en su fuerza, y en la composición exterior de su personaje; desde el vestido rojo, metáfora de la pasión que la embarga, y que la consume cuando es consciente que se la aplauda para que la oculte, la invisibilice. El grupo que va a dejar por un tiempo el espacio del Bardo, continuará con su trabajo en pequeñas giras que se van a realizar en el siguiente tiempo y espacio; "Almas": se presentará el día 2/12 en el anfiteatro de la Escuela Nº 1 de Ituzaingó (donde ya se presentó El Nobel; el 21/10 y será la presentación de Desconcierto el 18/11) del mismo modo lo harán el 27 y 28 de Noviembre en Azul.2 Tres propuestas interesantes para que el espectador pueda participar de un trabajo actoral donde desde un solo personaje y a través de las herramientas apropiadas, una narración simula acciones, despliega voces diferentes, compromete la mirada en ambas direcciones.
Bibliografía:
Trastoy, Beatriz, 1998. “El monólogo teatral como estrategia narrativa. Notas sobre Música rota y Circonegro de Daniel Veronese” en El teatro y su crítica. Buenos Aires: Galerna /Facultad de Filosofía y Letras (UBA)
Ficha técnica:
Desconcierto de Diana Raznovich. Actriz: María Pía Baschong. Dirección: Pilar Lourenco, Mariana Rodrigo.
Almas de Griselda Gambaro. Actriz: Mariana Rodrigo, María Pía Baschong. Dirección: Pilar Lourenco.
El Nobel del amor de Mariana Rodrigo. Actriz: Pilar Lourenco. Dirección: Mariana Rodrigo.
Direccionario:
Notas
1 El monólogo muchas veces es un “diálogo trasvertido” que establece una relación vincular diferente con el espectador, al que compromete a partir de la no palabra, pero de manera personal, lo incita y lo atrapa dentro de la narración. “Especialmente en su modalidad teatral contemporánea, el monólogo permite la dislocación narrativa del tiempo y del espacio, superando los límites, a veces demasiado estrechos del perpetuo presente de la representación dramática.” (Trastoy, 176) El monólogo, como cualquier convención teatral, puede contener cualquier género, puede pretender ser realista o no, puede ofrecer los efectos de una tragedia, comedia o farsa, ya que estos se rigen en parte por la trayectoria de su protagonista, es decir, por sus acciones, pensamientos y contradicciones. Para el escritor puede presentarse como una forma que se acerca más a la literatura, en el caso concreto del cuento, pero sigue siendo teatro, puesto que no se describen verbalmente ni las acciones ni su entorno, ya que estas se “re- presentan” sobre un escenario, por un solo actor y personaje y frente a una determinada audiencia. (Zaide Silvia Gutiérrez.)
2 Algunos lugares en giras subsiguientes están aún sin confirmación definitiva (casi confirmado Gualeguaychú el 11 de marzo del 2011, y faltan cerrar fechas para Pehuajó, Tandil y Montevideo).
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