Cuando Florencio
Sánchez escribió En Familia, la
sociedad de Buenos Aires se estaba consolidando entre el supuesto progreso
indefinido, la asimilación de la inmigración, el reacomodamiento de las clases
patricias, las revueltas obreras, el anarquismo y la crisis de una institución,
la familia, que presentaba las diferencias que surgían entre las generaciones
que la conformaban; de ello iba dar cuenta más adelante un género que crecería
de la mano de los hermanos Discépolo, el grotesco criollo. Una sociedad entre
el ser y la apariencia, cuyos individuos usaban, como diría luego Pirandello una
máscara, para poder desenvolverse dentro de ella, evitando salir lastimados.
Una sociedad cuyos principios estaban, ¿estaban?, atravesados por la variable
económica, y entonces el éxito se medía sólo por el dinero; donde las mujeres
de clase buscaban el candidato que les resolviera los problemas de manutención,
y dejaban el amor romántico a las lecturas de los folletines. Sánchez que venía
del anarquismo, constituía con sus textos dramáticos una forma de denuncia de
los males de su época, sobre todo en sus obras de ciudad, donde al igual que en Los muertos (1905), El pasado (1906), Nuestros
hijos (1907), entre otras, describía sin piedad, las lacras que asolaban su
tiempo. Creía además en el concepto nietzscheano del hombre que debe superarse
sobre el común denominador de los demás y no seguir la moral del rebaño, que
ama la intensidad de la vida, creador y dueño de sí mismo, de su vida, un
espíritu libre. ¿Quién es el superhombre en En
familia? ¿Por qué fracasa Damián, el hijo razonable, que sigue las normas
morales establecidas?, ¿porque las cree y se somete a ellas? En una sociedad hipócrita, pareciera decir
Sánchez, aquel que obedece el discurso establecido, pierde porque no comprende
cómo debe moverse en ella. Eva Halac desde la dirección hace una lectura inteligente
de la pieza y hace pasar el punto de vista por ese padre envenenado de cinismo,
desilusionado de reglas y normas, afectado hasta la médula por una sociedad
indiferente, que ha sido traicionado, y que resuelve tomar el también el camino
del engaño y el fraude. Y lo hace exasperando su figura, exaltando su costado
de humor sombrío en contraste con la figura de la madre que no puede, a pesar
de su amor y su verdad, consolidar una familia que se hunde inexorablemente, y
en contraste con su hijo que todavía tiene fe, en él, en su familia, en el
mundo que lo rodea. La introducción de la metateatralidad en el discurso del
personaje de Jorge, que recuerda otra obra de Sánchez estrenada unos meses
antes, Barranca abajo, le permite a
Halac introducir la figura del autor, que de bohemias y desencantos tenía
escrita una historia. La cita, en el espacio del teatro 25 de Mayo, sala
recuperada, que ofrece un escenario espléndido para dar cuenta de una puesta
que se apoya en todo lo que el lugar ofrece, que introduce el afuera de hoy en
su telón pantalla, y en una profundidad que refleja el teatro y sus
instalaciones. La estructura edilicia del Complejo Cultural tiene desde su
bella fachada, sus amplias escaleras, sus aberturas,…, el misterio, el
esplendor y la nostalgia de una época de esplendor. De estilo ecléctico fue construido por Maximino Gasparutti en 1929 y
fue bautizado como “el Petit Colón de Villa Urquiza” debido a las grandes
compañías y artistas como Carlos Gardel, Agustín Magaldi, y Edmundo Rivero. La
sala funcionó también como estudio transitorio de las radios Porteña y del
Pueblo, desde donde se transmitían las radionovelas con público. Afirma Álvaro
Arrese1:
Como muchas construcciones
levantadas por las distintas comunidades en un país de inmigrantes, el edificio
combinaba el componente fundamental de una sala de espectáculos con salones y
dependencias destinados a banquetes y reuniones de sus miembros, y contaba con
algunos comercios. (Arrese, 2012, 106)
En el espacio escénico cada mueble ocupa su lugar como si estuviera ahí
desde hace ya tiempo, también desde el cuidado vestuario nos ancla a principio
del siglo XX, por lo tanto, es inevitable que el espectador sienta el clima de
época. Poner en escena una obra de Florencio Sánchez es todo un desafío, más
allá de que el tiempo parece haber quedado suspendido en la hermosa y amplia
Sala. La actualización del texto dramático podríamos pensarla en dos niveles:
por un lado, desde el discurso verbal y gestual, la comicidad casi constante,
en especial de la madre (Monina Bonelli) y del padre (Carlos Scornik), es otro acierto de la dirección. Y, por
otro, desde el discurso visual las proyecciones sobre el telón a todo ritmo de la Av. Triunvirato –
desde el momento de ingreso a la
Sala como también entre actos e imágenes, recortes del
edificio sobre el fondo del escenario modificando la perspectiva constantemente.
Las muy buenas actuaciones, en general, y la utilización del espacio ficcional,
además la música en vivo le otorgan a esta puesta en escena un dinamismo
propio, dinamismo que no tiene el texto primero. Una mirada actual a una temática vigente y que desde el programa
de mano se ha subrayado: en la fragmentación de la imagen y en el puro
artificio el tiempo se ha condensado.
En familia de Florencio Sánchez. Elenco (por orden de aparición): Emilia
(hija) Agostina Degasperi, Mercedes (madre) Monina Bonelli, Laura (hija)
Ariadna Asturzzi, Eduardo (hijo) Michel Noher, Jorge (padre) Carlos Scornik,
Tomasito (hijo) Gabriel Rivas, Damián (hijo) Guillermo Pfening, Delfina (su
esposa) Natalia Señorales. Determinados días Mercedes será interpretado por Eva
Halac y Damián por Lucas Ferraro. Prensa: Octavia Comunicación. Producción Ejecutiva: Demián Kaltman. Asistente de Dirección: Luciano Ricio. Fotografía: Rodrigo Tubio. Video: Laura Casabé. Iluminación: Miguel Solowej. Música: Sergio Vainicoff. Dirección de Arte: Micaela Sleigh. Adaptación y Dirección: Eva Halac.
Complejo Cultural Teatro 25 de Mayo.
Arrese, Álvaro,
2012. “Complejo Cultura 25 de Mayo. Un Palacio Barrial Recuperado.” en, Patrimonio Argentino, Teatros, cines y
auditorios; 01. Buenos Aires: Clarín /Arquitectura.
1 Álvaro Daniel Arrese es Arquitecto, Profesor titular, Miembro del doctorado, investigador FADU, UBA y Profesor invitado de universidades extranjeras, Jurado y Asesor SCA/FADEA e Integrante del ICOMOS Schared Built Heritage Committee. Es autor de numerosas obras premiadas, así como de libros y artículos sobre temas de su especialidad.
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