De lo micro a lo macro, una sociedad en la memoria colectiva.
Maria de los Angeles Sanz
Desde una historia que parece un paso de comedia, un hombre que se propone que se haga cumplir la ley para que su esposa le permita regresar al hogar conyugal, se van desanudando las intrigas de un territorio, el de la justicia, en la coordenada espacio temporal de la Argentina de 1982; último estadio de la dictadura militar, en medio de la Guerra de Malvinas desatada por la misma y cuya cara visible fue el General Fortunato Galtieri. En una escenografía funcional al relato, que va iluminándose a medida que los personajes abordan los diferentes locus, el escenario se puebla de seres que representan aquellos bordes de acontecimientos en donde la ambición, el miedo, el deseo, la violencia, el crimen y hasta el amor desfilan en una espiral de sucesos que van enlazándolos. La textualidad cruza la poética realista, el policial negro y la historia reciente de una Argentina sumida en la violencia y la corrupción de la justicia; donde la muerte era una espiral ascendente desde la oscuridad del ocultamiento hasta el sacrificio patriótico. La dirección de Eva Halac3 apuesta a las personalidades de actores reconocidos por el medio teatral y televisivo que con solvencia desempeñan sus roles y hacen verosímil una historia que atraviesa lo ficcional y nos involucra como espectadores. El relato íntimo se expande en el contexto que lo rodea, y deja de ser una cuestión personal para transformarse en la punta de un iceberg de un momento del país, tristemente recordado, en donde las heridas producidas aún no han sido obturadas. Los personajes, cruzan sus vidas en el cuerpo de Stella (Alejandra Darín) que se debate sin voluntad propia, entre el amor de su esposo, Amado (Fabián Arenillas), y ser el oscuro objeto de deseo del comisario, cómplice de la dictadura, Raúl Rizzo. Mientras, Gabo Correa, despliega sus cualidades de actor y clown en la composición de una sucesión de personajes, indispensables para conformar el mundillo que rodea al joven abogado, que se inicia en el difícil y sinuoso camino de la justicia. El uso de un seudónimo que además es el nombre del personaje que abre y cierra la puesta, cumple la doble función de conferir carácter de autobiografía al discurso del personaje, y por otra parte, siembra la necesidad de revisar el carácter de memoria individual y colectiva del verdadero autor de la obra. Diálogos precisos, donde las palabras se ajustan a los acontecimientos, y un recorrido cronológico que se rompe hacia el final, cuando Ponciano, (Tomás Fonzi) el abogado joven descubre al espectador, que todo ha sido el relato memorioso de alguien, él mismo, que en el presente del enunciado tiene la edad que corresponde al tiempo transcurrido. Entonces, no asistimos a un corte sincrónico en su historia, como voyeurs inescrupulosos, sin saber nada más que lo producido como acto en ese presente histórico, sino que somos además junto con él, testigos necesarios del desarrollo de los hechos que se sucedieron y se suceden luego de lo expuesto. Es decir, el relato no se conforma con narrar un momento crucial del pasado en la vida del autor, sino que nos involucra en el presente de la acción, al metateatralizar la puesta. La ruptura de la cuarta pared del comienzo nos introduce en un tiempo y espacio otro, el de la enunciación, la del final, nos arroja a la realidad de nuestra propia existencia.
Código de familia de Ponciano Funes. Elenco: Tomás Fonzi, Fabián Arenillas, en reemplazo de Arturo Bonín, Raúl Rizzo, Alejandra Darín, Gabo Correa. Asistenta de escena: Iván Stilman, Luciano Cioffi. Diseño de iluminación: Ernesto Bechara /Eva Halac. Asesor de vestuario: Jorge García. Asistente de dirección: Silvio Lang / Victoria Rodríguez Montes. Dirección: Eva Halac.
2 El Teatro El Globo fue fundado en 1949 por María Luisa Bemberg y Catalina Wolff; en el tradicional edificio de la Asociación Biblioteca de Mujeres, fundada en 1903, sede en la que nació la primera emisión radial en Buenos Aires y que lleva adelante la labor cultural y docente que la ha colocado en un nivel de prestigio y popularidad que pocas entidades han alcanzado. El lugar, es la magnífica casona, ex residencia de César Guerrico, que cuenta con un rico historial vinculado a la vida cultural de la ciudad. La construcción de la Sala Teatro del Globo es Patrimonio cultural de la ciudad de Buenos Aires.
3 Eva Halac es titiritera, autora y dramaturgista. En 1993, creó una compañía dedicada a la experimentación escénica combinando distintas disciplinas y técnicas: teatro de muñecos, danza, teatro de actores, ópera. Los integrantes estables son Valeria Kleinbort, Claudio Rodrigo, y Micaela Sleigh.
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