Con garra y dolor
En la década del setenta la ciudad de Córdoba1era uno de los epicentros de la cultura comprometida del país. El teatro, la pintura, la música conformaban una encrucijada jugada para sus participantes que ponían no sólo su talento, sino literalmente el cuerpo en cada expresión. La dictadura del ’76 puso en un cono de oscuridad y horror al país, desbastando la cultura en todas sus expresiones, y sobre todo poniendo en el ojo de la mira a toda aquella contracultura que había surgido acompañando los movimientos revolucionarios con su fuerza creadora. Entre aquellas figuras de un arte contestatario se encontraba Liliana Felipe que se vio obligada al exilio y concluye en la ciudad de México, haciendo de esta circunstancia, crecer la fuerza de una creatividad que sincretizó culturas y experiencias tan disímiles y tan parecidas, por latinoamericanas. En tierras aztecas formó y forma parte de una movida contracultural en la que se mezclan el café concert, la canción antiglobalización y la militancia por el derecho de su opción sexual. Las canciones de su cd Trucho son una descripción de su propia visión del mundo, donde el oído atento puede descubrir, los elementos metafóricos y los juegos verbales del surrealismo, la irreverencia del café concert de los sesenta en la Argentina, que nos lleva también hacia la audacia de los cabarets de Berlín como el expresionista café Voltaire;2su música tiene la influencia de Kurt Weill2; la pintura de un teatro trasgresor que une lo beat con lo punk de los ochenta, todo en un alambique transmutador junto al sabor de la cultura mexicana con su riquísima variedad y colorido. Su música que va desde la cadencia del tango, al arrebato melódico del danzón, tiene la fuerza de lo sentido. No es un acompañamiento más para letras que se las traen, sino que por sí misma cargan la semántica donde la subjetividad de su autora construye su fuerte presencia. Liliana Felipe es ante todo una mujer comprometida con su tiempo, y una artista comprometida con su arte, y en esa encrucijada desata la polémica. Su llegada al país para la inauguración de la Esma como centro de la memoria colectiva de un pueblo, tan inclinado al olvido, hace dos años, es una prueba de lo dicho. Sus creaciones nunca olvidan los temas que nos atraviesan como seres humanos vivos, la vida, la muerte, el amor, la soledad, la tristeza; temas de amor y desencuentro pero que al mismo tiempo están atravesados en su individualidad por esas coordenadas múltiples del imaginario colectivo. A partir de lo más lúdico de lo teatral y musical, sus palabras dulces o escatológicas son una toma de posición coherente con su vida. Lo político, la institución clerical, el capitalismo como ideología y karma latinoamericano, los militares y sus juegos de horror, desde un humor ácido son exhibidos en un desnudo provocativo que nos hace enfrentarnos con los monstruos que pueblan nuestros miedos. Su llegada nuevamente a Buenos Aires, en el recital que dará este 10 de diciembre en el teatro Ateneo; (desde el 4 está recorriendo los escenarios de la ciudad de La Plata), es una cita para todos los que quieran encontrarse con una mujer realista, acostumbrada a provocar y a sentar su opinión con todos los recursos que el lenguaje le propone desde su literalidad hasta la metáfora más atrevida y sorprendente.
Bajar Audio (Entrevista en Marca de Radio - 04/12/2010)
Bajar Audio (Entrevista en Marca de Radio - 04/12/2010)
Carvajal, Mariana, 2008. “Gracias a la Iglesia Católica Apostólica Romana, soy atea.” En la sección Cultura y Espectáculos de Página 12, desde México DF. (martes, 26)
http://sur.elargentino.com/notas/liliana-felipe-la-sombra-de-ernestina-esconde-muchos-negocios
http://puedecolaborar.blogspot.com/2010/12/antes-era-una-subversiva-de-mierda-hoy.html
http://sur.elargentino.com/notas/liliana-felipe-la-sombra-de-ernestina-esconde-muchos-negocios
http://puedecolaborar.blogspot.com/2010/12/antes-era-una-subversiva-de-mierda-hoy.html
1 Liliana Felipe nació en 1954 en la ciudad de Villa María, Córdoba, y es descendiente de los indios comechingones. Cantante, actriz, pianista, compositora tiene una larga trayectoria dentro de la música, en sus canciones conjuga géneros como el danzón, el tango, y otras melodías tradicionales. En 1990 funda el tango bar El hábito y restaura el Teatro de la Capilla; teatro independiente donde se realizan obras de cabaret. Su pareja es Jesúsa Rodríguez. Con una hermana y su marido desaparecidos, la autora colabora con la agrupación H.I.J.O.S. “Liliana se fue de la Argentina en enero de 1976, faltaban apenas dos meses para el golpe de Estado. Por entonces, estudiaba música, perfeccionamiento instrumental y composición, en la Universidad Nacional de Córdoba. “Integraba un grupo de música, se llamaba Canto Popular, hacíamos música para chicos, algo maoísta, tocábamos en los sindicatos, y recibimos una invitación para ir a Perú. Llegamos a Lima, estábamos ahí cuando se produjo el golpe militar y supimos que no podíamos regresar. Ninguno de nosotros tenía una militancia muy fuerte, pero nuestros familiares opinaban que ya que estábamos afuera, como la cosa estaba muy turbia...”En la contratapa de su disco Trucho (2002) se ve la sonrisa de su hermana Ester Felipe y junto a la foto se leen estas palabras: “Desaparecida el 10 de enero de 1977 en Argentina. Se busca asesino!!! General (RE) Luciano Benjamín Menéndez”. Para la cara interna, Felipe escribió: “Dedico este disco al pueblo argentino, por su valentía y su coraje frente a tanto político mierdero, tantos jueces corruptos y militares caguengues, por no hablar de los curas, para qué”. Para el aniversario de los 30 años del último golpe militar en Argentina compuso Matar o no matar (2005). Inspirado en la obra del escritor Gïorgy Honrad, pretende ser un aporte a las reflexiones sobre el pasado de Argentina y al presente de los juicios contra los genocidas: lo presentó en el Gran Rex el 17 de marzo de 2006. De 2005 también son Tangachos y Tan chidos, donde teje puentes entre México y la Argentina. Y en su último disco, Mil veces mil, de fines de 2007, se inspira en Las mil y una noches para recrear los clásicos relatos en una versión libre bien a lo Felipe.” (Página 12, 2008) Jesusa Rodríguez -directora mexicana, actriz, dramaturga, artista performática, escenógrafa, empresaria y activista social--ha sido reconocida como la mujer más importante de México. Sus espectáculos desafían la clasificación tradicional, atravesando con facilidad límites genéricos: de la élite a la masa popular; de la tragedia griega al cabaret; de los indios pre-colombinos a la ópera; del revue, esquete y "carpa," a las acciones performáticas dentro de proyectos políticos. Ella y su esposa, la cantora/actriz argentina Liliana Felipe, fueron merecedoras de un Obie Award por Mejor actuación en Las Horas de Belén, A book of Hours (1999) junto con Ruth Meleczech y el artista residente en Nueva York Mabou Mines. Rodríguez publica regularmente en el más importante periódico feminista de México, Debate Feminista.
En Coyoacán, viven Liliana y Jesusa, es un barrio mágico del Distrito Federal. La historia y la cultura se entremezclan con el verde de enredaderas y árboles de distintas texturas. Ahí tuvo su vivienda en el siglo XVI el conquistador Hernán Cortés. Y en tiempos más recientes, claro, la pintora Frida Kahlo su Casa Azul –hoy convertida en museo–, donde nació, vivió y murió.
El primer cd de Liliana es de 1980, Liliana 1; tres años más tarde edita Liliana 2; de 1989 es Materia de pescado donde la base de sus canciones son el danzón y el tango, con letras propias y de poetas conocidos como Girando y Cortázar; y donde realiza un homenaje a la actriz Isela Vega. También actriz y cantante, de marcada sensualidad, fue la primera que en Hispanoamérica tuvo una imagen en la revista Play Boy. Le siguen: Liliana Felipe (1991); Elotitos tiernos (1992); lilita otra error de Dios (1994); La ley del amor, ¡Que devuelvan!, ¡Oh noche!, Tabaquería, (1995); Mexican Cabaret, Vacas sagradas (2000); Trucho (2002); Tangachos, Tan chidos (2005); Matar o no matar (2006); Mil veces mil (2008); Que veinte años no es nada (2009). También compone música y letras para guiones de cine, y para teatro.
2 El pintor expresionista Kokoschka (1886- 1980) en 1909 funda un café literario en Viena; luego en 1916 Hugo Ball hace otro tanto en Zurich cuando lleva adelante el café Voltaire; allí se desarrollaban declamaciones de poesía, pero la llegada del rumano Tristán Tzara introdujo cambios en los espectáculos: mayor audacia y agresividad, simultaneidad en la lectura a la que sumaba ruidos y música dodecafónica (música creada por Schoberg donde las doce notas de la gama cromática tienen la misma importancia en la estructura melódica y armónica. A través del concepto de serie, emancipada de la estructura tonal, produce sonidos autónomos. Se sigue la serie por repetición sin armonizar las series). Los artistas disfrazados con extraños atuendos para provocar al espectador.
2Kurt Weill fue el músico que junto a Bertold Brecht el dramaturgo alemán constituían el teatro provocador de la década del 20, en una Alemania ya cargada de la sombra nazi. Parafraseando a Oscar Wilde, Kurt Weill dijo alguna vez “nunca voy a entender esa diferenciación que se hace entre música seria y música liviana. Sólo hay música buena y mala.” Con estas palabras respondía a las críticas que ponían en duda la seriedad de su obra, una fusión de ópera, jazz y música de cabaret orientada a un público popular. Una obra que revolucionó el concepto de teatro musical y que llegó a nuestros días no sólo en su forma original sino reinterpretada y adaptada por distintos músicos, tales como Ella Fitzgerald, Ute Lemper y The Doors, con su versión de "Alabama Song".marianaalonso@revistaaxolotl.com.ar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario